La fortuna se reía de mi 2 - Relatos Eróticos

La fortuna se reía de mi 2

Rodee tu cuello con mis brazos, mis pechos se aplastaron contra ti e instintivamente subí mis piernas para rodearte mientras tus manos rodeaban mis nalgas. Nuestras bocas se unieron y nuestras lenguas bailaron en un beso muy largo y húmedo; sentía tu tronco erecto, ansioso por sentir mis adentros... con dificultad me despegué de ti para salir del agua, me recosté en un camastro y con agilidad me deshice de la única prenda que cubría mi cuerpo, doble las piernas y las crucé, desde tu posición se que puedes ver perfectamente mi vulva y mis vellos húmedos. Mis tetas brillan al sol y lucen coquetas con esas pequeñas gotas de agua que no han abandonado mi cuerpo.Saliste lentamente del agua, tomaste lugar a mi lado y juguetonamente unías las gotas en mis senos provocando que las gotas rodaran y fueran cayendo poco a poco. Con los ojos cerrados disfrutaba de tus dedos tocándome suavemente, descruce las piernas y con la voz más cachonda que pude hacer te recordé que mi concha estaba mojada también; sin dudarlo tus dedos iniciaron el mismo ritual hasta que empecé a gemir con tu tacto.Antes de correrme decidí montarme en tu tronco, con un movimiento rápido te aventé en tu camastro, te di la espalda meneando las nalgas te monté de cara al resto del jardín... empecé a cabalgarte en todos los ritmos humanamente posibles mientras tus manos apretaban mis nalgas y las mías mis tetas.Alzaste tu torso y comenzaste a morder mi hombro derecho... voltee el rostro y nuestras bocas se buscaron ...

... cómplices de este encuentro sensual. Sin pensarlo estábamos a punto de llegar al climax maximo de esta unión bajo el resguardo del sol. Me tomaste rápidamente entre tus brazos y me llevaste al césped... sin saberlo estabas cumpliendo mi fantasía de sentir el césped en mi cuerpo antes de llegar al orgasmo.Nos besamos nuevamente y rodamos por el suelo... así como esa hermosa canción... “Y rodar... y rodar por el suelo... asomándome al vacío de tus pechos... y levantarnos para hacernos monumento al amor, a la lujuria y al deseo”. Me levante para besar tu sexo e ir subiendo hasta poner mis tetas en tu boca, subí más y más... hasta que mi sexo estuvo a disposición de tu lengua. El placer que me dabas me hacía arquear todo el cuerpo... me giré para darte a ti el mismo placer que tu lengua daba a mi concha; tu pito gustozo me recibió y se coló entre mis labios carnosos... fueron momentos de placer interminable hasta que nuestros orgasmos desearon conocerse y llegaron de la mano... mis jugos terminaron de mojar tu cara y tu semen lleno mi boca...Me refugié en tus brazos mientras una estela de tu blanca esencia aún resbalaba por la comisura de mis labios... nos abrazamos fuertemente y sonreímos cómplices de este encuentro casual... clavo mi mirada en la tuya y suavemente te digo... “mucho gusto caballero... tu presencia ha hecho que la agenda del día sufra un cambio total... te quedas hasta la cena?” Ríes fuertemente como un niño, tomas mi nalga izquierda y me contestas “El gusto fue mío ...