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La Fantasía de mi mujer cumplida
Fecha: 17/08/2019, Categorías: Gays Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues
... puso y volvió a mi lado, en ese momento él me dijo: - Levántate y déjame a mí ahí. Te dejo que lo hagas tú mismo. Me pareció bien porque así podría controlar yo la penetración, así que lo hice y él se tumbó él en el diván, boca arriba con las piernas un poco flexionadas. Luego cogió un poco más de lubricante, se lo extendió por la polla y yo mismo me puse también un poco más en el culo. Una vez estuvimos preparados, me dijo: - Ven aquí Alberto, siéntate en mis piernas. Yo me senté mirando hacia él porque curiosamente, me sentía menos incómodo si no veía a Silvia. Él me dijo: - Relájate, no pasa nada. Pero el corazón me latía aceleradamente. Luego si me giré para mirar a mi mujer y le dije: - Lo hago solo por tí. Ella me lanzó un beso. A continuación, David se sujetó la polla en vertical con una mano y me dijo: - Cuando quieras. Yo le pregunté: - ¿Duele mucho? Pero él se rió y dijo: - No te preocupes por eso. Entonces volví a respirar profundamente y temblando de nervios, situé mi culo encima de su polla, él me puso las manos en las piernas y yo bajé un poco. Un escalofrío me recorrió desde los pies hasta la cabeza cuando entró la punta en mi culo, David echó la cabeza hacia atrás y dijo con cara de satisfacción: - Eso es tío, sigue bajando. Seguí bajando muy lentamente pero a veces volvía a subir un poco en cuanto notaba alguna molestia. Me sentía cada vez más repleto. Me empezó a doler un poco y me flaqueó la voluntad por lo que dije: - David tío, no puedo. Él me, ...
... acarició el pecho y me dijo: - Si puedes, lo estás haciendo muy bien. Silvia también me animó a seguir diciéndome: - Vamos mi amor. A continuación, David se incorporó en el diván y me dijo: - Espera que te ayudo. No me gustó como sonó eso pero antes de que pudiera decir nada, empujó fuertemente hacia arriba y me la metió entera, yo di un pequeño grito ya que en ese momento dolió un poco más. David sonrió y me dijo: - ¿Ves como si podías? Yo estaba empapado en sudor. Él volvió a recostarse y yo me mantuve un momento quieto, sentado en su polla. Después, me dijo: - Muévete Alberto, despacio no hay prisas. Yo le hice caso y empecé a moverme muy lentamente. Poco a poco iba perdiendo el miedo y me iba costando menos trabajo moverme, por lo que también me iba gustando más, aunque en ningún momento llegué a metérmela hasta el fondo. Estuvimos haciéndolo así un rato, y después, David me propuso cambiar de postura, diciéndome: - Déjame a mí ahora un ratito. Yo acepté y cambiamos, me levanté y al sacar por un instante su polla de mi culo, lo sentí muy abierto, nunca había tenido esa sensación. Fuimos a la cama con Silvia. David me dijo: - Acuéstate boca arriba. Yo lo hice y él se arrodilló delante de mí. Luego me dijo: - Rodéame la cintura con las piernas. Silvia se puso detrás de mí, yo apoyé la cabeza en sus piernas y la rodeé echando los brazos hacia atrás. David me volvió a penetrar y esta vez fue más rápido y profundo por lo que yo volví a gemir pero Silvia, que me había empezado a ...