1. la incomodidad II


    Fecha: 22/08/2019, Categorías: Sexo con Maduras Autor: 1renco1, Fuente: SexoSinTabues

    ... mi mano ella dirigió la suya hacia mi entrepierna me hizo separar mis piernas para permitir pasar su mano, agarro el pene que me tenía hirviendo, con la palma de la mano lo apretó contra mi ardiente chocho este se empezó a mover de atrás para adelante provocándome mejores sensaciones que el profe pues esto lo sentía en carne viva, con la piel tibia humedecida por mi humanidad resbalando con ardor, aunque ella mantenía su mano aprisionando aquella candente herramienta contra mi sexo. cerré fuertemente mis piernas como lo había hecho con el profe, mi mano se había alocado tocando los sexos que tenía enfrente la calentura iba en aumento sentí como la estaca que estaba penetrando el cuerpo de la dama se hincho aún mas esta con su mano izquierda que aún estaba en mi hombro rodeo mi cabeza haciéndola hundir entre sus pechos yo con la otra mano baje su escote para chuparle nuevamente su pezón tembló todo su cuerpo y sentí como un torrente de líquidos calientes caían en la mano que tenía custodiando la penetración que le estaban practicando, un escalofrío recorrió todo mi ser explotando en el centro de mi ...
    ... cerebro haciéndome doblar las piernas, a la vez que un caliente chorro de líquido espeso era esparcido entre mis muslos, mi cosita, y la mano de ella. Yo seguía moviendo la mano que tenía puesta sobre la acción hasta que el aparato se retiró no sin antes darle un apretón como diciendo gracias y sin dejar de apretar deje que resbalara por la humedad pegajosa como queriendo ordeñarlo, ella retiro su mano con algo de semen que recogió acercándola a mis narices para que sintiera el aroma de la felicidad, aquel aparato que me había hecho feliz perdió fuerza entre mis piernas hasta retirarse por completo, de la gente de nuestro alrededor la mayoría eran estudiantes como yo. seguían enfrascados en sus pláticas banales, sin percatarse de absolutamente nada, la señora que tenía como unos 22 a 25 años a como pudo me extendió una tarjetita con sus generales repitiéndome otra vez; “mi dulce muchachita. Ya me estaba imaginando de que se traba mi incomodidad y si las cosas seguían asi muy pronto voy descubrir todo pero completamente todo y ténganlo por seguro que se los contaré ya que confió en ustedes Hasta pronto 
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