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Mi primo 11 y yo 16 quinta parte
Fecha: 23/08/2019, Categorías: Gays Autor: leeyoungjee, Fuente: SexoSinTabues
Mama entro con don Cosme el sobandero de la colonia quien venia olfateando al aire como un perro. -Pues muy bien ya veo que al menos lo masajearon con aceite de almendras. Don cosme era un hombre con muchos rasgos indígenas (ojos medio rasgados, pelo grueso un poco encanecido y largo y piel morena clara) y de alrededor de 40 años, por decisión propia siempre vestia de blanco al estilo desfile de la revolución con todo y los huaraches pero a pesar de todo tenia ese aire de hombría que siempre me ha gustado contemplar, su manera de caminar era muy varonil, muy erguido y con paso firme y pesado, su cuerpo tenia ese estilo de campesino que trabaja con bultos que lo hacia verse grueso y sus manos eran grandes y de canillas anchas. Mama también percibió el olor a aceite de almendras dulce y me apresure a contarle que si, que no aguantaba el dolor y que lo único que encontré fue aceite de almendras y que me lo puse para darme una sobada -A ver niño date la vuelta, don cosme me ordeno, en las manos traia una botella de aguas de hierberia y una pomada de no se que, mama, alejandro y don cosme estaban parados a lado de la cama y de buenas a primeras el viejo me pidió que me quitara toda la ropa, la verdad no me pareció algo raro ya que por todos es sabido que ir al sobandero es un poco como ir al doctor, inclusive alguna vez había escuchado de boca de mi apa que cuando era joven había cargado mal unas cajas en el trabajo y se le habían caído los huevos y para curarlo le habían tenido ...
... que sobar cada una de las bolas y pegarle en los talones mientras estaba acostado boca arriba, trabajo que por cierto también hizo el padre de don cosme, en mi país se da muy frecuentemente esta dolencia, a mi personalmente nunca me ha pasado pero según dicen si cargas mal un bulto muy pesado, y abres demasiado las piernas del esfuerzo se te caen los huevos, te empieza a doler uno o los dos testículos y las bolas se te hinchan como si fueran kiwis jaja, no puedes coger de dolor y hasta el caminar te duele hasta la madre. Me quite entre dolor y quejidos leves todo solo me quede con las trusas azules que me había puesto Alejandro, sentía mis vellos acariciándose contra mi piel todavía humeda y me quede esperando a que don cosme empezara su trabajo, empezó a presionar mi espalda baja hasta mi raya y me pregunto donde me dolia -Todo lo que toco me duele harto, le conteste con dolor -Si chamaco, te jodiste de la rabadilla, tu no te preocupes ahorita te duele mucho pero ya veras como en unos días vas a andar como si nada! -Ahora quitate los calzones y no te me vayas a mover, sentí vergüenza por mama que estaba presente y tras una larga mirada ella por fin entendió que no debía estar allí, -Bueno don cosme, me habla cuando termine, voy a estar en la cocina, quiere un café con pan?, mama y todos los de la colonia en general veían a don cosme como un enviado del cielo, les curaba dolencias que los médicos del centro de salud y particulares no entendían y les hacía “trabajitos” para ...