1. La Azafata Se Volvió En Sanitario


    Fecha: 28/08/2019, Categorías: Primera Vez Hardcore, Lesbianas Autor: Kattrin, Fuente: xHamster

    ... interior a un lado y empujo su cabeza contra mi vagina. Ella vacila, pero luego empieza a lamer por mi labia. Me siento en el asiento del inodoro y abro mis piernas aun más, mientras la punta de su lengua me circula mi clítoris.Finalmente, no lo puedo soportar más. La miro hacia abajo, con su cabello rojo entre mis piernas, ese bonito uniforme de la aerolínea aún pulcro mientras ella me lame la vagina y luego yo me vengo en ella. Una corriente caliente se afana por salir de mi orificio y ella se hace hacia atrás sorprendida y jadea por aire. Mis fluidos empaparon su camisa blanca y al comienzo parece como si fuera a correr, pero luego su actitud sumisa vuelve y sale y ella abre la boca y deja que me orine dentro de ella.Tardó un rato para que terminara, y yo rocie sobre su cara, pelo, chaqueta y puedo ver como corren gotas por su cuerpo y se agrupan en el suelo. Ella traga un poco, pero no lo suficiente para dejarme seca. Cuando la presión baja yo la guío a mi esfínter, el cual ya se mojó por mi pis de todas formas. Ella cuidadosamente ...
    ... me mete un dedo y me empieza culear. Yo agarro su brazo para moverlo más rápido, hasta que ella entienda que lo necesito duro. Ella toma dos dedos, luego tres, abre el hueco de mi ano y me los mete duro. Yo gimo y me muevo incontrolablemente. No tengo idea si alguien nos haya oído, y tampoco me importa. Me han servido mi culo y mi vagina por la azafata putosa, sin importar el precio.Un poco después me corro de una vez, todo mi cuerpo esta temblando y siento como se pone tenso la parte de debajo de mi cuerpo. Mi esfínter aprieta sus dedos y yo le pego a mi clítoris hasta que crezca. Luego me hundo atrás. Puedo sentir sus dedos deslizándose por fuera de mi ano y yo miro hacia abajo. Ella me sonríe felizmente y me lame los pelos púbicos para quitarme los fluidos que se han quedado ahí. Yo le acaricio el cabello y la beso.Antes de volver a sentarme en mi asiento, ella me da una tarjeta con su número y su correo. El resto del vuelo yo seguía preguntándome si tal vez ella tendría ropa seca para cambiarse o si seguía empapada con mis fluidos. 
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