1. MI PRIMERA INFIDELIDAD PARTE 2


    Fecha: 28/08/2019, Categorías: Infidelidad Autor: anigomez, Fuente: RelatosEróticos

    ... llegar el joven, sonó el timbre de la puerta, me dirigí hasta ella, al abrir me lleve una sorpresa, era el joven, mi reacción fue decirle, -estas loco, ¿ que haces aquí?.
    
    El contesto, -hola mi señora linda que agradable para mi es verte de nuevo, solo subí para que me dieras la llave de la camioneta.- Temerosa le dije pasa, al entrar vio fijamente todo mi cuerpo, paso una mano por mi cintura y me beso en la mejilla. Actué como si fuera la primera vez que lo veía. Le dije espera aquí ya la busco, dándole la espalda fui a la habitación, él sin pena me dijo, -me gusta esa batica que cargas, deberías usarla en todo momento, para lucir esos irresistibles muslos carnosos.- Me hice la indiferente ante ese comentario, para que no se enterara de mi excitación. Creo que él noto la ausencia de blumer y sostén
    
    Yo me esforzaba por contener mis ganas de que me perforara por segunda vez, tome la llave, camine hacia donde él se encontraba, esperando que desistiera de su acoso, no quito la vista de mi cuerpo, al darle la llave, me tomo de la mano para decirme, - no he logrado dejar de pensar en ti, mi señora bonita, te vez tentadoramente divina con esa bata.- Su mirada lujuriosa y tentadora ocasiono que mi cuerpo se erizara, sentí mi chocha mojada, al mismo tiempo observaba como se marcaba bajo la tela del pantalón una descomunal erección, debía parar ya esta situación, sentía como flaqueaba mi resistencia, estuve a punto saltar sobre él, quitarle la ropa y tragarme su gruesa ...
    ... polla.
    
    No debía perder el control y seriedad, me aparte de él y dije, -no nene para tus locuras, te dije que lo nuestro fue solo sexo, te suplico por favor no insistas.-
    
    El me contesto como aceptando mi negativa, - esta bien mi ricura pero antes de irme me darías una taza de café,- di vuelta caminando hacia la cocina para servirle el café, sentí su mirada en mis nalgas y en mis piernas. En mi mente se libraba una batalla entre el deseo y la moral, quería resistirme a la tentación de la carne, pero también me sentí sensual, infiel, deseada. No supe que hacer, así que no hice nada.
    
    Fue cuando él puso sus manos en mis caderas, con su cuerpo me empujo en forma delicada contra el mueble de la cocina, sentí el calor de su verga en mis nalgas, la cual restregaba por toda su superficie, sentía la presión fuerte de su pene, duro como una roca, el muy descarado se había quitado pantalón e interior. De pronto me dijo,-mira como estoy, hoy quieras o no vas a sacarme la leche con tu cucota sabrosota.-
    
    Trate de resistirme le dije, - ¿¡Que haces!?, nene suéltame que mi esposo puede llegar,- mientras inconscientemente mis caderas seguían el ritmo de sus movimientos. Mi respiración me delataba, con voz entrecortada sólo me salían pequeños gemidos: ¡Por favor!, nooo, ahhhh, estas loco nene para.-
    
    Él no me hacía caso, presionándome con el cuerpo, con sus manos me despojo de la bata, me mordía suavemente el cuello mi oreja, me susurraba, es rico verdad déjate llevar sabrosona sabes y hueles ...
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