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Acampada con mi novia y mi hermana
Fecha: 29/08/2019, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... tronco. Creo que mi hermana va a ser una mamadora de las que le gustan mucho el sabor del semen. Después de esa sesión de sexo, volvió a bañarse al rio y yo la acompañe. Aproveché para lavarnos entre los dos, como yo seguía igual de cachondo, y supuse que mi hermana igual. Aprovechando que nos lavábamos le acariciaba todo su cuerpo joven. No me equivocaba sus pechos jóvenes turgentes y desafiantes de la gravedad, su piel suave y figura esbelta, su culo respingón, hacía que me volviese a empalmar de nuevo. Mientras jugaba con mi dedo en su interior, estaba tan mojada, que este chapoteaba en su vagina, ella no dejaba de agarrarme la polla y gemir. Mantenía los ojos cerrados, se agacho y empezó a chupármela, yo de pie, la puse boca abajo y subí su coño hacia mi boca, haciendo un 69 en el que mi pequeña hermana me chupaba la polla, mientras yo agarrándola por sus caderas y agachando la cabeza, lamia su sexo, haciéndola gemir. Quería metérsela por lo que, con resistencia por parte de ella, laaparte de mi polla y dándole la vuelta y agarrándola por sus caderas, la deje caer poco a poco sobre mi polla mojada. Mientras la miraba a la cara. Estaba tan húmeda que mi polla entro fácilmente. Bien, mi hermana no era virgen, pero no importaba, la estaba disfrutando y era fantástico. Mientras ella gemía de placer, mi hermana saltaba sobre mi polla, clavándosela entera. Con mi polla tocaba el fondo de su útero. Su estrecho conejo, me daba mucho placer y esta vez no ...
... pude aguantar mucho. No se la podía meter toda, pero se corrió dos veces antes de sacarle la polla para correrme. Ella rápida, se movió para meterse mi polla en la boca y tragarse toda la leche que echaba. Dios fue genial, como quería a mi hermana. No sabía que fuera tan viciosa. Nos lavamos y nos volvimos a acostar en la piedra los dos desnudos, mientras nos secábamos. Al rato, nos vestimos y nos fuimos a la cabaña, yo lleve el cubo lleno de agua. Yuli ya estaba en bolas, sentada en el porche, mientras mi hermana y yo volvíamos, estaba como dormida. Nosotros nos miramos y también nos desnudamos. La casa estaba recogida y ya ordenada. Cogí y como estaba atardeciendo prepare la chimenea. Me imaginaba que haría frio por lo que encendí el fuego de la casa. Nos quedamos fuera en el porche los tres dormidos. Mi hermana pegada a mí, no dejaba de acariciarme la polla, que no paraba de reaccionar. - Anda venta para conmigo, que vas a dejar a tu hermano seco. – dijo Yuli despertándose y abriendo sus piernas, invitando a mi hermana. Mi hermana sin pensarlo se fue hacia ella y poniéndose de rodillas, empezó a comerle el conejo. Yo que tenía un empalma tremendo, no me pude quedar quieto, la cogí por sus caderas, la puse a 4 patas y le empecé a rozar la punta de mi polla por su raja, le rozaba todo el tronco por sus labios vaginales, mientras ella le comía el coño a mi amiga. Mi hermana, se subió sobre el pecho de Yuliy empezaron a besarse, con lo que un culo y ...