1. Renacer


    Fecha: 29/08/2019, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... venas hinchadas que bombeaban sangre para mantener erguida aquella maravilla, en la base guindaba un gran saco donde se ocultaban sus testículos, igual de grandes y hermosos que su verga, jamás pensé ver una verga de semejantes dimensiones pensé que sólo un animal como el caballo la podía tener así, pero allí estaba la verga majestuosa de mi propio sobrino erguida e imponente.
    
    No había señal de vello alrededor de su sexo signo irrefutable de su juventud, aquella imagen hizo que mi vagina produjera una cantidad exagerada de líquidos.-Pero mira que pollón tienes- exclamé a los cielos, esto lo avergonzó -no te avergüences, por el contrario debes sentirte orgulloso por tener esa verga así- mi mente no daba el cómo aquello se podía mantener tan bien erguido, estirando mi mano rocé el inmenso capullo lo que hizo que mi sobrino diera un suspiro -Aún no has conocido mujer- pregunté -No tía, nunca he estado con una mujer- aquella respuesta me provocaba aún más lujuria pues yo era la primera mujer en sentir su vigorosidad. -Te gustó lo que viste en la cinta- pregunté, -Pues sssí-, -Quieres aprender a hacerlo-, -SSSssssí-, -Bueno yo te voy a enseñar-, me levanté arrojando al piso las toallas me desnudé, miré mi sexo totalmente rasurado, jamás lo había visto así hinchado y húmedo a tal punto que sentí como mis líquidos bajaban por mis enormes muslos, me acerqué a él tomando sus manos las puse sobre mis pechos, lo fui guiando hasta logró tomar ritmo en sus masajes, su pollón topaba ...
    ... con mi abdomen, lo rocé lentamente por mis músculos abdominales, flexioné los músculos de mis brazos -Qué musculosa eres Tía- exclamó mientras me acariciaba los pechos, yo continuaba mostrando mis músculos cuando se abalanzó con su boca en pos de mis pezones, esta sensación me hizo vibrar de éxtasis, aun recordaba su infancia cuando tomaba del pecho de su madre, en esto no tuve que guiarlo lo hacía tan natural y tan perfecto, con una mano tomé lo que pude de su verga mientras con la otra me acariciaba, de vez en cuando untaba parte de mis jugos sobre su verga, de un pronto a otro su verga empezó a palpitar y grandes cantidades de semen blanquecino fue a dar a mis pechos, a mi cara y al suelo, tal fue la cantidad que me encontraba completamente bañada en su leche el color de su semen hacía contraste que lo morena de mi piel.
    
    Aún después de aquella impresionante corrida su verga se mantenía recia y dura, -Ven acuéstate- le dije el me obedeció tiernamente, al acostarse su verga fue a dar a su pecho, mientras yo distribuía su semen por todo mi cuerpo como si fuera aceite de bronceo aderezada en su semen inicié una serie de poses para mostrarle a mi sobrino lo majestuoso de mi cuerpo, le mostraba cada uno de mis músculos bien flexionados logrando su máximo volumen, él me halagaba con piropos como, que ricos músculos tienes, que pechos tan grandes, mira que nalgas, que muslos tan grandes, lo deleité una y otra vez, mis muslos se aflojaban como gelatina para luego endurecerlos como ...
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