1. Mi vida de esclav@ femenina


    Fecha: 29/08/2019, Categorías: Transexuales Autor: traviman, Fuente: SexoSinTabues

    Cuando miro las fotografías de los primeros años de mi vida, entiendo perfectamente que me confundieran con una niña con mi pelo rizado castaño muy claro y una carita muy dulce. Mis primeros recuerdos son de cuando tenia 4 o 5 años (hasta los 5 no fui a la escuela) y son recuerdos muy felices. Recuerdo el frío del invierno y el calor del verano que cuando llegaba, mis padres me quitaban la ropa y me dejaban ir desnuda (a partir de ahora me referiré a mi en femenino) por casa. Según me contaron, yo decía que quería, tener tetas como mi madre y que no quería un pene como el de mi padre. Recuerdo con especial emoción el baño diario, en que madre me enjabonaba con sus manos, me acariciaba y jugaba conmigo. Poco a poco se fue desarrollando en mi mi condición de esclava. Tendría 7 o 8 años y mis padres estaban sentados en el sofá y yo me estiré encima de ellos como hacia habitualmente para que me acariciaran y hicieran cosquillas. Jugando, jugando, mi padre dijo ahora verás , me quitó las braguitas (menos en la escuela , siempre me ponían bragas) y empezó a azotarme el culito. Yo, en lugar de quejarme le pedía que me pegara mas fuerte . Un día, viendo una película de romanos, quedé fascinada por aquellas túnicas cortísimas que lucían las esclavas y le pedí a mi madre que me comprara una. No me la compró pero me las hizo. Con una ropa casi transparente y atada en un hombro y a la cintura con unos lazos, tan corta que apenas me tapaba el culito, me sentía una auténtica esclava. Por ...
    ... otro lado, en aquellos años las braguitas eran horribles. A mi madre le encantaba coser y tenia una muñequita con quien jugar. Cortaba unas bragas haciendo unos triangulitos y con dos de ellos , que apenas cubrían lo que tenían que cubrir, me hizo una especie de tangas atados a los lados con unos lazos. Me sentía genial. Poco a poco nuestros roles de esclava y amos se fue acentuando. y cuando llegó el momento de irnos de vacaciones al pueblo de mi madre me dijo que me vistiera totalmente de niña y que no me llevaría nada de niño. Me sentía tan bien. Un día, a los 11 o 12 años, mientras mi madre me bañaba, me acariciaba los pezones y me dijo que se me estaban hinchando y que la areola también. En cambio, la colita estaba igual. Al día siguiente me llamaron y cuando acudí los encontré desnudos. Me dijeron que me quitara la túnica y me quedé desnuda delante de ellos. Me preguntaron que aunque era pequeña tenia que tomar una decisión. ¿Quería ser como papá o como mamá? Yo respondí sin dudar que como mamá!! A partir de aquel día, tres veces al día, mi madre procedía a masajear, estirar y estimular mis pezones y nutrirlos con cremas. Al poco tiempo empezaron a administrarme hormonas femeninas que conseguían en Andorra o Perpinyà y mas tarde antiandrógenos cosa que provocó que el proceso de feminización avanzara. Mi madre me compró mis primeros sujetadores en Andorra. Me sentia guapísima. El día que cumplí 15 años, mi madre que estaba en el sofá me llamó y me dijo que me desnudara. ...
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