1. Móviles -3


    Fecha: 03/09/2017, Categorías: Confesiones Autor: perrofiel, Fuente: CuentoRelatos

    ... a un jefe salido, preguntándose qué habrás hecho con las braguitas.
    
    No sé si me atreveré a mirarle a la cara cuando tenga que decirle algo.
    
    - Lo justo es que se tranquilice un poco, ¿no crees? - pregunta refiriéndose a mi compañera.
    
    - Si Señora - le digo sin atreverme a decir nada más, intentando adivinar qué estará pensando.
    
    - ¿Cómo llevas lo que tienes limitándote?
    
    Se me había olvidado, ni siquiera sentía el collar, ni la cadena ni nada.
    
    - Bien Señora. Si puedo serle sincero, con todo esto ni siento la presión de la cadena en los huevecillos, ni la tirantez entre las nalgas, ni el roce en el culito. Solo sé que me siento más suyo que nunca y que su poder crece por momentos.
    
    - mmmmm eso es precioso. Quiero que hagas lo que voy a decirte y me digas si quieres hacerlo y por qué - espera unos segundos -. ¿Tienes las braguitas? - le respondo que sí, en el maletín -. Ve al aseo, póntelas y te masturbas dejándola impregnadas de tu leche. Y vuelves a tu sitio con las braguitas puestas. ¿Lo harás? - vuelvo a decir que sí -. ¿Por qué?
    
    - Señora, desconozco lo que pretende, aunque sé que es porque desea que me sienta realizado y porque sea lo que sea sabe que también me va a gustar.
    
    Se crean unos segundos interminables de silencio, alargando aún más la desesperación de hacer lo que desee, lo que le complazca.
    
    -Bien. Hazlo, foto y me avisas.
    
    Con el móvil me dirijo al aseo, me encierro en un reservado, me quito el bóxer blanco, el que tanto le guasta ...
    ... a Usted, y me pongo la preciosa braguita de encaje. Empiezo a masturbarme, despacio primero, sintiendo el calor cómo sube por la excitación, por la situación, por ser usado en cualquier momento. Noto los tirones de la cadena que envuelven los huevecillos y tira a la vez del collar y se tensa entre las nalgas, masajeando el esfínter, dando más placer a los movimientos. Pienso en la mirada que Laura me ha dirigido cuando pasaba por Su lado, disimulando que lo hacía, expectante a mis gestos.
    
    - Hazlo desnudo, solo con la braguita y mirando en el espejo lo perrita que eres - llega Su mensaje Señora.
    
    Interrumpo la paja, me quito la camisa, dejando al descubierto la cadenita y el collar, resaltando los huevecillos por la presión de las cadenas. Sigo masturbándome, de pie frente al espejo, tomando conciencia de lo que soy y de cómo me siento: una perrita entregada sin condición a Usted.
    
    De pronto, se me eriza todo el vello, los calores de la inminente corrida que ya está subiendo. Sigo con la pollita en la mano, moviéndola con frenesí, tirando inconscientemente con más intensidad de los testículos, hasta que empiezo a derramar la leche que se desliza entre mis dedos por los huevecillos hasta ir depositándose en la braguita de encaje de Laura. Bajo el ritmo hasta parar de mover la pollita, respirando entrecortadamente, tomando aliento. Me pongo la braguita, empapándola con mi leche, hago la foto y se la envío. Le digo que ya me he masturbado mientras observo cómo el semen ...
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