1. Mi primera madura, mi vecina II


    Fecha: 30/08/2019, Categorías: Sexo con Maduras Autor: verdeintenso, Fuente: xHamster

    Las semanas fueron pasando y apenas volví a encontrarme con mi vecina la madura. Tan solo algún cruce esporádico en el portal con saludos bastante fríos por su parte. Aunque yo intentaba iniciar algún tipo de conversación o acercamiento cada vez que la veía, no obtenía ningún tipo de respuesta. A veces incluso no tenía ningún contacto en toda la semana.Mi excitación y deseo por follarme a mi vecina, y en general a todas las maduras, iba en aumento. Los días posteriores a mi anterior relato no dejaba de hacerme pajas pensando en ella, pensando en que me la follaba de todas las maneras posibles y pensando en lo cornudo que era su marido.Como decía, empecé a fijarme en todas las maduras, las de mi trabajo, las amigas de mi madre, profesoras...y empecé a leer relatos. Eso hizo que mi morbo fuese en aumento y se siguiera desarrollando mi obsesión por las maduras. Un nuevo mundo parecía abrirse ante mi, estaba deseoso de intentarlo y conocer a otras maduras, de tantearlas. Y leyendo en páginas como esta, pude comprobar que no era el único con gusto por las maduras, ni mi vecina era la única madura que buscaba un jovencito.Pero no nos desviemos del tema. Vamos a lo que sucedió después con mi querida vecina.Todo cambió un día que me encontré de nuevo con el matrimonio y con su hijo en el portal. Entramos a la vez, y esta vez fue su marido, más campechano, el que rompió el hielo.-¿qué tal chaval? ¿No te vas de puente? antes nos encontramos a tu compañero Juan con mochila y tienda de ...
    ... campaña. Nos dijo que se iba con su novia de camping -Me dijo alegremente.-Pues es la primera noticia que tengo-añadí sorprendido-.No sabía que me quedaba solo a pasar el puente.Mientras pronunciaba lo último dirigí mi mirada hacia su mujer, pero no obtuve nada a cambio. Ella estaba a lo suyo, como si yo no estuviese allí. Llevaba un vestido verde con medias y botines negros que lucían sus maravillosas piernas a la perfección. Llevaba una chaqueta de cuero negra y el pelo recogido en una coleta. Estaba realmente sexi.-Pues nosotros aprovechamos y también nos vamos de puente, al pueblo con los abuelos-continuó el marido.-Muy bien, pues tened cuidado con el coche y haced muchas fotos- dije recordando el motivo por el que había entrado en su casa y había recibido la mejor paja de mi vida.Ella lanzó una mirada seria a su marido, frunciendo el ceño y apretando los labios. Mandó a su hijo entrar en el ascensor con cierta agresividad y el silencio inundó el portal. Los tres entraron en el ascensor sin decir ni una palabra más y yo entré en mi casa para encontrarla vacía y silenciosa.Recogí mis cosas, me preparé una merienda y me quedé dormido viendo la tele. Cuando desperté serían las ocho de la tarde. Limpié la merienda, y como no tenía ganas de cenar todavía y no había hecho ningún plan, decidí leer relatos y ver porno sobre maduras para hacerme una buena paja y disfrutar de la comodidad de la soledad.Ya estaba bastante excitado y apenas me había dado tiempo a encender el portatil ...
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