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Me excité demasiado
Fecha: 30/08/2019, Categorías: Gays Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
Contraté a un hombre negro para limpiar una casa que compré entre el campo y la montaña. Aquel hombre me miró con deseo todo el día, lo que me excitó un poco. Como se quedaría conmigo para terminar al día siguiente, preparé la cena y comimos, luego fui a mi habitación, me desnudé, tomé una toalla y salí desnudo hacia el sauna en el jardín, apagando las luces. José me miró pasar y pocos instantes después llegó desnudo al sauna. Sentí envidia de las mujeres al verlo. Era alto, delgado pero fuerte, su piel muy hermosa y oscura, y su sexo enorme, con unas bolas grandes. Entró al agua y se puso frente a mi. Me dijo que le dolían los pies, y yo le dije que a mi los hombros. Esto bastó para que empezara a darme un delicioso masaje en hombros y espalda. Sus manos eran deliciosas. Al terminar empecé a masajear sus pies, y el me dijo luego de un rato que era el masaje más erótico que le habían dado. Reí y le dije: Es solo un masaje de pies, y no se por qué empecé a acariciarselos con ternura y lamí sus pies y se los besé. Mientras chupaba sus dedos perdí la cabeza de deseo y el también. Tomó mi cadera y atrayendome hacia él me dió un beso largo, profundo, delicioso en mi boca, y yo no me opuse, solo respondí. después de un rato salimos del agua donde el continuó besandome con pasión, mientras sus manos recorrían mi cuerpo. Al ver mi entrega me llevó a la cama donde beso y lamió mi ano, haciendome gritar de placer. José fue muy delicado y unos 40 minutos después me montaba lujuriosamente, llenando mi ano con su semen. Sin salir continuó amandome volviendo a eyacular. Esa noche me convertí en su hembra y lo satisfice plenamente. Me dijo que deseaba disfrutar mi bello y delicioso trasero, y mi suave y delicados labios para siempre. Esa noche me convertí en su mujer, y el se preocupó de afeminarme y exhibirme como su mujer
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