1. Inocencia de casada perdida (I)


    Fecha: 04/09/2019, Categorías: Confesiones Autor: Lucena, Fuente: CuentoRelatos

    Mi nombre es Juliana, estoy separada en la actualidad y comenzando una relación con alguien especial. Quiero contar como fue mi primera relación de casada y porque termino habiéndome casado muy joven, a mis 22 con Carlos que tenía 30 en ese momento. Soy una mujer muy linda, blanca, de cabello castaño hasta los hombros, delgada, senos no grandes copa 28, cintura delgada y una cola que me agrada mucho. Hago ejercicio y me mantengo guapa como me gusta decir. Lo que más me gusta son mis labios y mis ojos, considero que son muy sensuales. Dicho lo anterior contare algunas cosas de mí para que entiendan parte de mi historia.
    
    Entrar a leer relatos, lo descubrí por un amigo que será importante en mi historia a pesar que hoy en día ya no nos hablamos. A medida que me fui desarrollando ella fue inculcando en mí que mi cuerpo era el templo de Dios y debía hacerlo respetar, ahondado a que mi mamá y toda mi familia eran testigo de jehová, y eso de alguna manera me hizo crecer con una doble vida por llamarlo de alguna manera. La primera la que tenía en casa delante de mi familia y todos, y la segunda en mi mente que curioseaba con saber más de sexo, así descubrí la pornografía y aprendí a tocarme, al principio eran solo caricias pero con el tiempo me frotaba y me encantaba darme placer hasta sentir que llegaba, jamás llegue a penetrarme o quitarme yo misma mi virginidad, digamos que irónicamente hubo un límite y sin embargo me sentía mal por la religión que llevábamos. Tuve mis primeros ...
    ... pretendientes obviamente muchachos de la religión con quienes solo podíamos ser amigos delante de los demás, salíamos a predicar o a las reuniones pero no pasaba mucho la verdad, además como éramos tres hermanas nos cuidábamos entre si y como yo era la mayor debía proteger siempre a mis hermanas.
    
    En una ocasión cuando tenía cerca de 19 años fuimos a una especie de fiesta de las que hacían en la congregación para que los hermanos fraternizaran (así les decíamos a los demás miembros de la religión), nosotras aprovechábamos para compartir con los chicos y bailar con algunos roces o miradas indiscretas sin que los mayores se dieran cuenta; Nuestros padres se divertían pero a las doce decidieron que ya querían irse a descansar a la casa pero nosotras no queríamos irnos en especial mi hermana Natalia, había un chico que le gustaba, hijo de uno de los ancianos de la congregación (así se llaman los pastores en la religión), Natalia me rogo que nos quedáramos y le dijera a mis papás que me dejaran a cargo de ellas y así podríamos estar hasta las tres.
    
    Increíblemente mi mamá no solo nos dio permiso cosa que nunca pasaba sino que dijo que si se hacía muy tarde mejor nos quedáramos en la casa de la hermanita Dolores donde se hacia la fiesta, mis hermanas se alegraron en especial Natalia, seguimos en la fiesta alegres incluso Alejandra mi otra hermana que es más seria, baile hasta cerca las dos de la mañana con un chico que la verdad no recuerdo su nombre pero si de la forma en que ...
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