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Aventuras en el metro
Fecha: 08/09/2019, Categorías: Gays Autor: erevt, Fuente: SexoSinTabues
... bajárselo a media nalga ante delicioso show, un culo totalmente lampiño, el nuevo chico va masturbando mi pene mientras lo frota entre las nalgas del de negro, soy muy cuidadoso en eso, no llevo condones, pero si veo que el de negro quiere con gusto lo cojo, pienso que es lo que busca el nuevo invitado pues gracias a su guía mi pene va entre las deliciosas nalgas del chico de negro, no pasa de ahí, yo mismo trato de empujar dentro del chico de negro cuyo nalgas están húmedas pues como lo comente lubrico mucho, pero el aprieta por lo cual no sigo, el chico de negro nuevamente lleva su mano a mi verga, y no sé cuánto tiempo transcurre pues desde este punto todo parecer ocurrir mucho más rápido, hasta que finalmente me vengo, arroje grandes chorros de leche, quizá como nunca me había venido, una parte escurre entre las nalgas del de negro, otro chorro fue a dar a su playera y uno más a su brazo con el tatuaje la cual limpia y lleva hacia su boca. A pesar de las muchas caricias, de las masturbadas recibidas esta fue la primera vez que me vine en el metro. Bajo en la estación en la que puedo hacer mi cambio de ruta, para no perder la costumbre nuevamente me voy al último vagón, un minuto después el chico de negro llega también, nos miramos apenas, subimos sin decir nada, el sube primero, yo después, esta vez sin más roces más que los de sus nalgas con mi verga. II Como ya lo mencione anteriormente ya era para mí una costumbre abordar el último vagón del metro, recibir un buen par ...
... de caricias o dar un buen arrimón era parte del saludo, esta historia es otra de mis primeras veces, así que sin más iniciemos. Iba de camino al trabajo, me gustaba esa hora ya que nada como un buen trasero enfundado en un pantalón de vestir, la situación era bastante normal, hasta el momento no se había dado aquel roce consentido, pero no es que todos los días ocurriera pero si en su gran mayoría, de pronto sube un chico, delgado, cabello muy corto, bastante bonito él, no recuerdo si él comenzó so si fui yo, pero el inicio fue el más común, roces “accidentales” seguidos de roces más intensos, hasta llegar a caricias consensuadas, como era de esperarse al siempre usar la misma línea del metro, ya tenía ciertos “conocidos” con los que era frecuente este tipo de actos, precisamente en este vagón iba uno de ellos, uno que comenzaba a molestarme pues a pesar de que el metro fuera vacío siempre lo hacía sin importarle que la gente se diera cuenta y yo al menos trataba de guardar las apariencias. En cuanto comencé mi faena con el chico que acaba de subir me aleje del “conocido” cosa que pareció molestarlo, ya con muchas más experiencias, me volví más audaz, aprovechando que el chico llevaba short, subí una de las mangas de la prenda a la altura de su nalga, cosa que me daba bastante acceso a la piel de este nuevo amigo, al no protestar decidí llegar más lejos, jugando con mis dedos en su entrada sin barrera alguna, piel con piel, ya acostumbrado a este tipo de situaciones yo mismo ...