1. Nuera y gitana


    Fecha: 08/09/2019, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... muslo izquierdo. Paré el coche en el arcén de la autovía y puse mi mano sobre uno de sus enormes pechos y la besé. Pensé que ella me iba a rechazar y sin embargo ella me devolvió el beso muy efusivamente, pero entonces caí en la cuenta de que era viernes a medio día y podía pasar cualquier conocido por la autovía y vernos, por lo que continué la conducción hasta Palencia y la dejé allí, quedando en ir a buscarla el domingo por la tarde. Me pasé todo el fin de semana ansioso, esperando a que llegase el domingo, para ir a buscar a María, cuando llegué a recogerla ella ya no traía la minifalda, sinó una de las clásicas faldas que pone ella larga hasta los tobillos, aunque con una abertura por detrás que al sentarse en el coche dejó ver, creo que un poco conscientemente, sus piernas hasta casi medio muslo.
    
    Por el camino mientras veníamos hablando de tonterías dejé caer mi mano otra vez sobre su muslo y como no protestó comencé a meter mi mano por debajo de su falda, ella no decía nada y yo tampoco, entonces fui metiendo mi mano entre sus muslos cada vez mas arriba hasta llegar a su coño y le aparté con los dedos las braguitas y comencé a frotarle el clítoris y a meterle dos dedos en el chocho, ella suspiraba pero seguíamos sin decirnos nada, así continué hasta que llegamos a las afueras de la ciudad, entonces dirigí mi coche a un polígono industrial y donde encontré una zona solitaria entre unos matorrales aparqué, ya se había hecho noche, entonces tumbé mi asiento del coche y ...
    ... el de ella, y le pregunté: ¿así que no intentaron violarte en Palencia?, ella me dijo que no y entonces me abalancé sobre ella diciéndole, pues si no lo hizo nadie lo hago yo. Le saqué la falda y las bragas, y ella a mí la camisa, después le quité la blusa y el sujetador pudiendo comprobar por primera vez el enorme tamaño de esos pechos que desde ese momento son mi perdición, me bajé mi pantalón y el slip y poniéndome entre sus piernas sobre ella cogí mi polla que estaba tan duro como el mástil de una bandera y le metí mi polla de un solo golpe y me agarró los brazos con fuerza, era delicioso sentirme dentro de aquel cuerpazo tan deseado por mí.
    
    Mi polla latía ardiendo dentro de su chocho chorreando flujo, empecé a bombearla una y otra vez, metía y sacaba mi polla de su chocho cada vez más rápido, a cada embestida era una explosión de placer lo que nos provocaba a los dos, ella gemía arqueándose hacia mí, moviendo su culazo para que a cada penetración me sintiese más dentro, y yo creí que iba a traspasarla de tanto que la penetraba y tan fuerte que la metía a cada empujón. Follamos así casi media hora, sin parar de metérsela, a veces paraba un poco de bombear para no correrme y aprovechaba para comerle los pechos. Al sentir que ya no podría aguantar más la corrida, y después de haber sentido cuatro o cinco orgasmos de mi nuera bajo mi cuerpo me corrí dentro de ella inundando su chocho de leche caliente que le escurría por los muslos abajo.
    
    A continuación, nos vestimos, ...