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Jubilada, pero con ganas
Fecha: 10/09/2019, Categorías: Grandes Series, Autor: Alfra, Fuente: CuentoRelatos
Hola, mi nombre es Ingrid y soy una profesora jubilada aquí en el sur de chile no muy lejos de Santiago, un día hurgueteando en el ordenador encontré este sitio de cuentos y decidí entrar, me identifiqué con algunas historias y entonces me decidí a contar la mía. Fui madre soltera joven por me gustar el sexo, me masturbaba con lo que hubiera, cepillos de dientes, tapas de desodorantes etc., con el tiempo me casé, pero él no me satisfacía como a mí me gusta. Tuvimos dos hijos, pero, cuando podía le ponía los cuernos con algún otro profe de la escuela en la que trabajaba, salíamos a carretear y el gil de mi marido se curaba y dejaba la caga, siempre que salíamos me hacía pasar vergüenza, hace más o menos 11 años nos separamos porque supe que él me estaba poniendo los cuernos también. Bueno la historia es la siguiente, como a los 2 años de separada me encanté por un muchacho que nos entregaba materiales en la escuela, al principio no me dejaba llevar por sus conversaciones, pero con el tempo le fui dando cuerda y nos acabamos juntando para tomar una cerveza, era diciembre y hacía mucho calor nos encontramos a eso de las 8 de la noche y nos pusimos a conversar de trivialidades, él me dijo que yo le gustaba a lo que le dije: —como se te ocurre se yo tengo edad para ser tu mamá. Me tomo la mano y me la beso y me dijo: —eso es lo que tú piensas, me vas a decir que nunca te distes cuenta de cómo te miraba cuando iba a tu escuela a dejar las cosas? —Sí, pero nunca ...
... mi imagine que era con segundas intenciones. Bueno la primera botella ya se había acabado y pedimos otra para continuar la conversa que estaba interesante y ya subida de tono, cuando menos esperaba se sentó a nuestro lado otra pareja, ya comenzaba a oscurecer y el ambiente quedo con poca luz, fui al baño porque ya no aguantaba más, entre al baño y me encontré con la joven que había llegado y sentado cerca nuestro, ella se lavó la cara más lo que me llamo la atención fue que se agacho y se sacó los calzones, que descarada pensé para mis adentros, volví a la mesa y mi compañía ya había pedido más una cerveza, con esa eran 4. El joven del lado le había pedido al garzón para poner una música suave, continuamos conversando cuando me di cuenta que la muchacha había abierto las piernas y dejaba que el chico la manoseara a su antojo, al principio me dio un poco de rabia pero al rato me sentí excitada con eso, mi amigo se dio cuenta y apoyo su mano en mi pierna, sentí un escalofrió justo yo que hacia tempo que no pasaba por eso, realmente me calenté, el acerco su rostro al mío e intento besarme, más le hice el quite, no sé qué me paso, el me pidió disculpas por eso, seguimos bebiendo y conversando, ya eran como las 12 de la noche el local ya estaba lleno de gente bebiendo bailando y conversando, el acerco su boca a mi oído y me dijo: —quieres bailar un poco. Creo que la bebida había hecho efecto y me dejado un poco valiente, nos pusimos a bailar unas músicas lentas, el me ...