1. Nueva vida, nuevos placeres 3. Final


    Fecha: 11/09/2019, Categorías: Incesto Autor: Crusnik, Fuente: CuentoRelatos

    ... calmar el dolor.
    
    Cuando se cansaron de coger, Cristina quiso comerse la verga de Arturo tomando su cabeza la hizo tragar polla. Cristina la babeó completamente para facilitar la penetración. A veces lo miraba a él y a veces a su hijo “¡qué rico me la chupa tu madre!”. Por envidia Mirella quiso chupar la verga de Iván pero al hacerlo de una vez sintió arcadas. Viendo como lo hizo su amiga la llenó completamente de baba y se la metió una parte, besando y lamiendo desde el escroto hasta la punta del glande, poniendo la lengüita y sus labios carnosos trabajar como diosa. Hasta que ambos chicos se corrieron en la boca de su parejas de turno.
    
    Luego cambiaron volviendo a ser madre e hijo. La comparación del éxtasis fue mayor. Los cuatro se dieron cuenta que se complementaban con su familiar, el éxtasis se sentía mayor y la sensación de seguridad y el orgasmo se siente mejor.
    
    Cristina le dio la gran cogida sacudiéndose como perra en celo y él le respondió de buena manera haciéndola sentirme hasta dentro. Arturo por su parte, tomó a su madre y la hizo ponerse boca arriba, se le trepó y tomando su pierna izquierda la hizo colocar sobre su antebrazo mientras con la otra mano le metió la verga despacito una, dos, tres veces haciéndola suspirar de placer. Luego levantó su otra pierna de la misma forma y se puso a follar despacio, muy despacito y el gesto de ella me hizo poner más y más cachondo, mientras él se puso a follar a Mirella cada vez más fuerte y más rápido.
    
    -¡Ah! ...
    ... ¡Ah! ¡Ah! ¡Ah! ¡Ah! ¡Ah! ¡Ah!…
    
    Iván volteó a su madre levemente, la tomó por los tobillos y la abrió a más no poder, miró fijamente a Arturo y arremetió contra su vaginita; sonreía con un placer indescriptible y la verdad, a Cristina se la estaban cogiendo riquísimo. Iván se relamía y lo disfrutaba mientras la hacía jadear más y más. Arturo tomó a Mirella de la misma manera y abriéndole las piernas al máximo, le dio como animal salvaje mientras miraba cómo se la ensartaban hasta que él la hizo participar más, poniendo los ojos completamente abiertos y en blanco.
    
    -¿Te gusta?
    
    -¡Sí!
    
    -¿Te gusta cómo te cojo?
    
    -¡Síiiiiiiiii!
    
    -¡Pues entonces toma! ¡Toma! ¡Toma! ¡Toma perra!
    
    Cristina comenzó a retorcerse como perra más y más. En ese momento, Mirella y sus hijos tuvieron orgasmos simultáneos: fue sencillamente genial. Arturo la puso a cuatro patas; se puso a lamer indistintamente ano y vagina mientras Mirella se puso a masturbarle. Miraba con cara de puta hambrienta a su hijo. Se puso a meterle los dedos en su concha y en su ano haciéndola jadear y de un momento a otro. Cristina e Iván siguieron con la cogida viendo a la pareja vecina que ya no era tan recatada como hacía unos minutos. En la habitación se escuchó simultáneamente los gemidos de ambas.
    
    -¡Anda! ¡Cojámonos por el culo a este par de putas! –dijo Iván a Arturo completamente excitado.
    
    Los únicos que dudaron eran Mirella y Arturo, así que sonrió. Se acercó y le di un buen beso.
    
    -Tu madre tiene un ...