1. Doña Gloria y Valentin


    Fecha: 14/09/2019, Categorías: Hetero Autor: oscareduardo, Fuente: SexoSinTabues

    Doña Gloria era una mujer relativamente joven pero la vida se estaba ensañando con ella, una descompensación de su tiroides la había convertido en una mujer obesa, su cuerpo otrora esbelto y grácil era ahora un cuerpo amorfo, sus senos extremadamente grandes se descolgaban sobre su torso formando dos inmensos globos con unos pezones ligeramente rosados, una obesidad ventral había borrado su pequeña cintura y sus brazos y piernas eran muy rollizos. Y qué decir de su trasero formado por dos inmensas nalgas que también presas de la gravedad caían sin ninguna gracia sobre sus piernas gordas. Doña Gloria cuando joven era muy activa sexualmente y con su esposo disfrutaban de los pocos placeres sexuales que conocían. Con sus problemas de obesidad su vida sexual cambió drásticamente, su esposo no podía complacerla, se limitaba a insertar un par de dedos en su vagina húmeda y acariciarla manualmente hasta complacerla con pequeños orgasmos que ella disfrutaba con mucha complacencia. Muerto su esposo no podía ni masturbarse, estaba destinada a mirar su vagina en el espejo de tocador. Total estaba muerta en vida. Doña Gloria vivía en un sitio apartado, era una casa grande que no contaba sino con un cuarto amplio, una pequeña cocina de leña, un baño rústico con ducha y cisterna que contaba como elemento de lujo una tina vieja pero en buen estado donde con ayuda doña Gloria se metía para bañarse. Al verse sola y sin quien le ayudara en sus quehaceres pidió ayuda a su comadre Domitila, ...
    ... ella consciente de sus necesidades le mandó a su hijo Valentín. Pero quién era Valentín ? él era un mozalbete fornido, tenía un leve retardo a causa de un golpe de una tranca que le cayó en la cabeza siendo niño, dueño de una fuerza descomunal era el indicado para todas las labores del campo, madrugaba a ordeñar, cortaba maleza, recogía y cortaba la leña, arreglaba cercas, manejaba los semovientes, en fin era un excelente trabajador, sus compañeros eran el machete, la linterna y un perrero. Sexualmente Valentín no había estado con ninguna mujer, en su casa desfogaba sus instinto animales con una yegua …cuando podía hacerlo a escondidas de sus padres. Esta práctica le dio un plus que pocos conocían, Valentín tenía una verga descomunal, eran casi 22 centímetros en estado flácido y un diámetro apenas para satisfacer una yegua. Doña Gloria tuvo un primer inconveniente y era donde lo ponía a dormir. Decidió acostarlo en una estera en el piso, a un lado de su cama. Con Valentín doña Gloria se sentía segura. La primera noche no pasó nada anormal, pero al otro día por la mañana cuando se despertó, miró hacia la estera y quedó deslumbrada, una erección matutina puso al descubierto el tesoro que tenía Valentín entre sus piernas. Era increíble esa verga tan grande , un verdadero cilindro de carne coronado por una cabeza grande rosada y brillante, Doña Gloria se quedó muda y pensativa…le provocaba tener todo ese tolete en su vagina…esos deseos sexuales que ella creía que estaban muertos ...
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