De viaje con la familia de mi novia. Parte 2. La prima es una zorrita
Fecha: 05/09/2017,
Categorías:
Sexo en Grupo
Autor: Alexander0022, Fuente: CuentoRelatos
Movimientos me hicieron despertar, cuando empecé a tomar conciencia de lo que sucedía, era Julieta, de perrita sobre la cama, masajeando mi bulto que había amanecido como una piedra, mire hacía mi costado y no estaba mi novia en la cama de al lado. La puerta de la habitación estaba abierta. Abrí mejor mis ojos y la vi mejor, tenía puesta una pollerita de jean, bastante corta, con zapatillas blancas puestas y una remera azul ajustada. Sus manos sobre mi bulto eran apremiantes. Como si me lo quisiera arrancar y llevárselo para ella.
-¿Qué haces?- Le pregunté.
-¡Shh!-. - ¡No hay nadie, y tenemos solo unos minutos!-.- Todos salieron a dar una vuelta por el barrio de las cabañas pero ya vuelven, para salir todos juntos-. Me dijo mi primita.
Sin decir más nada, me bajo el short y el bóxer, mi pene salió despedido hacía afuera con violencia, estaba muy duro y yo, ya estaba caliente. Apoyo sus labios sobre mis testículos, comenzando a besármelos, metiéndoselos, primero uno y después el otro en la boquita. Recorrió con besos el tronco de mi pene hasta que llegó al glande.
-¡Que rico, esto es lo que se come mi prima!-.- ¡Con razón está loca por vos!-.- ¡Que grande y rico!-. Me dijo con voz de putita.
Mi pene estaba en su mejor esplendor. Sin perder tiempo se metió el glande en la boca, sus hermosos labios cubrían toda la cabeza de mi pene. Hacía abajo, hacia arriba, una y otra vez. Para luego bajar con besos por todo el tronco y después volver a metérselo en la boca. ...
... Sus nalgas se dejaban ver un poco, estire mi mano izquierda para acariciarlas, tan suaves como las había sentido en la noche. Con mi mano derecha la tomé del cabello, acompañando los movimientos de su cabeza al bajar y subir por toda la extensión de mi miembro con sus labios.
Cuando mi pene estuvo bien duro se lo quitó de la boca. Subió sobre mí, se corrió la tanga a un lado y se introdujo mi miembro en la vagina. Estaba muy apretada, por lo que gimió cuando comenzó a entrar por completo. La tomé con las dos manos por sus nalgas, arrancando los movimientos. Ella, con la boca medio abierta y los ojos cerrados disfrutaba. La cama rechinaba con cada bajada de Julieta sobre mí. El temor de que pudieran volver y encontrarnos ahí me ponía más caliente. Ella mordía sus labios apagando los gemidos que eran cada vez más intensos.
La quité de arriba, y la coloqué de perrita sobre la cama, se veía tan sexy con la pollerita y parte de sus nalgas dejándose ver, yo me puse detrás de ella parado. Metí mi pene nuevamente en su vagina. La tomé con una mano de la cintura y empecé con mis embestidas, violentamente sus nalgas golpeaban mi pelvis. Julieta gemía y arqueaba cada vez más su espalda.
-¡Me vengo primo!-. ¡Ya me vengo!-.- ¡Después dame tu lechita ya!-. Me rogó entre gemidos.
Seguí unos instantes más hasta que Julieta se corrió. Un poco de flujo baño más aun mi pene. Que estaba mojado por nuestros fluidos. Tuve que dejar de moverme. Ella se movió para quitarse mi pene de ...