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Sigo jugueteando con los albañiles.
Fecha: 19/09/2019, Categorías: Gays Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues
La mañana del sábado del último dia de vacaciones de invierno, me las arreglé para conseguir permiso para toda la tarde, inventándole a mi madre que nos juntaríamos varios en la playa y que cuando ya se oscureciese, terminaríamos las vacaciones con una fogata. Almorcé livianito, ayude con los platos y me dispuse a salir a buscar sexo del bueno y además entretenido. Ya les dije en textos anteriores que el sexo me provocaba una sed que solo se apagaba con mas sexo. Llegue a la construcción mas temprano de lo acordado y después de que el "monstruo" con una enorme y franca sonrisa me franqueara la puerta, me dirigí hacia uno de los montones de arena y me revolqué a conciencia llenando además mis tenis. Eso era para no tener que dar mayores explicaciones en casa. Cuando el monstruo" le preguntó para que hacía eso y yo le dijese el objetivo, lanzó una carcajada y abrazándome por la espalda me dijo que yo me las sabía todas; al mismo tiempo que aprovechando su abrazo se dio unos buenos refregones contra mi traserito. La tarde empezaba bien y prometía aun mas. Entramos abrazados al pañol donde nos esperaban el Capataz y su hijito. Al fin conocería al crio ese y constataría por mi mismo si eran verdad todos sus atributos y capacidades. Me acerque al Capataz quien estaba sentado viendo Tele en un aparato antiquísimo y le bese solamente en la mejilla. Constaté que solo vestía una bata liviana y chanclas. A su lado y medio recostado sobre el se encontraba el chico mas hermoso que yo haya ...
... visto nunca antes. Delgadito, de piel morena, cabello negro ala de cuervo peinado estilo EMO y con unas facciones como para parar el sol. Era la vívida imagen de Justin BIeber a los 10 años pero en este caso se diferenciaba solo por ser moreno. Se incorporó y me dio la mano tímidamente y yo no pude menos que abrazarlo y darle un sonoro beso en una mejilla. Yo soy 90 % pasivo desde los 10 años pero en ese momento se me despertó la fiera que todos llevamos dentro y me dije que debía culearme a esa preciosura a como diera lugar. Tanto el Capataz como el "monstruo" se dieron cuenta de mis intenciones y soltando sendas carcajadas nos revolvieron el pelo a ambos a la vez que decían algo como "mire los cochinones parece que van a ser buenas amigas". Inmediatamente ocurrido eso sonó un bocinazo en el exterior y el Capataz mandó al "monstruo" a abrir el portón de acceso ya que se aparecía en escena el Ingeniero Jefe de la Obra. Sentí entrar una camioneta y el inequívoco sonido de las puertas que se cerraban y nos dejaban a todos en la intimidad. Al sonido de voces varoniles entraron al pañol el "monstruo" y un tipazo muy guapo como de 25 - 30 años. De casi 1,80 pelo claro ondulado, bigote poblado, anchas espaldas y una trasero firme y prepotente. Vestía el típico pantalón de mezclilla, camisa escocesa y unos bototos manchados con cemento. Se saludó de mano con el Capataz al mismo tiempo que refiriéndose a mi como el amiguito nuevo, me observaba de pies a cabeza muy serio. Posterior a ...