El cacho número 12 de mi esposo - Relatos Eróticos

El cacho número 12 de mi esposo

... iba manejando. Llegamos a una farmacia, el detuvo el carro y me dejo picada allí, porque pensé que se tomaría un rato para seguir masturbándome o cogerme allí, pero mi mayor sorpresa fue que se detuvo y de una vez se bajó del carro y entro a la farmacia, de regreso me di cuenta que entro a la farmacia a comprar un condón, su teléfono estaba que reventaba de tanto repicar, eso era que lo llamaban y llamaban y Luis no contestaba, bueno se montó en el carro y nos fuimos a un hotel.

Entramos al hotel y comenzamos a basarnos y tocarnos, lo cierto es que había algo que me hacía sentir incomoda y era que yo lo tocaba y tocaba y no le sentía su guevo parado, así que me agache le quite la correa del pantalón, abrí su botón y baje el cierre cargaba unos bóxer negros, cuando baje su bóxer para comenzar a chuparle su guevo y disfrutar de lo que más me gusta que es mamar un guevo, mi sorpresa fue que era un guevo demasiado chiquito, tendría como 5cm así dormido y medio despierto que fue a lo que llego pararse no superaba los 10cm.

Allí entendí porque su pena y baja autoestima para mostrarse en fotos que yo le pedía, bueno aun así estaba dispuesta a complacerlo y hacerlo sentir mejor. Su guevo estaba aún dormido y así comencé acariciarlo, a besarlo, chuparlo y lamerlo pero nada que ese guevo se despertaba, en eso le dije acuéstate en la cama, se acomodó y yo me metí entre sus piernas a mamarle el guevo, con una mano lo agarraba completico y lo metía todo en mi boca, pero veía que ...

... pasaba rato y nada que se le paraba, se le ponía un poquito duro pero se sentía muy aguado, o sea aquella pequeña cosita que tanto mame, chupe, lamí, y le hice la paja con mis manos no se despertó de ese profundo sueno, pase como media hora mamándole el guevo y nada que reaccionó, Luis estaba muy apenado y yo molesta le dije que: que le pasaba si era que no le gustaba o era que no le excitaba lo que le estaba haciendo. Me dijo: que lo perdonara que es que se sentía angustiado y preocupado porque su esposa lo estaba llamando demasiado y quera la primera vez que le era infiel. Le dije: ok Luis entonces sino vamos hacer nada me escribes otro día que si te funcione y no estés angustiado. Luis no paraba de explicarme y disculparse. Yo me comencé a vestir y le pedí que me llevara a donde mismo me recogió.

Desde ese día él me estuvo llamando y escribiéndome por mis redes sociales, le escribía a mi amiga para que yo le respondiera, aunque fuera un mensaje, pero la verdad me decepcionó eso, así que decidí ignorarlo hasta que desistió y más nunca supe de él.

Ahora me gustaría aclararle unas cosas. No tengo nada en contra de las personas gorditas, ni de guevos chiquito, mi concepto es que así sea un guevo chiquito eso no importa, siempre y cuando lo sepan usar, no importa el tamaño. O sea, hablo por mí, porque sé que, si hay mujeres que le dan importancia al tamaño del guevo o físico de la persona, yo cuando me la pasaba puteando no me cortaba la nota ni el físico ni el tamaño, ...