1. El desvirgue de mi hija


    Fecha: 27/09/2019, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Llegué a casa temprano en taxi desde el aeropuerto para darle una sorpresa a mi mujer, al subir a mi habitación escuché gemidos y subí sin hacer ruido, me asomé cauteloso y mi a mi hermosa esposa tirando lujuriosamente con un hombre negro, vi que agarraba a alguién y la atraía hacia ella. Entonces vi a mi hermosa hija de 16 años completamente desnuda. Estaba excitada y se veía bellísima. Me quedé petrificado y muy excitado. El negro sacó su pene de la vagina de mi esposa y ví que tenía una polla gruesa y larga, no entendía como no había roto la vagina de mi mujer. Esther guío a nuestra hija, quien se acostó abriendo muy bien sus piernas. Su pubis estaba muy bien depilado y se veía preciosa, entonces vi como el negro colocaba su glande en la hermosa vagina de mi nena.
    
    Marina dijo: Juan, recuerda que soy virgen, yo... Tranquila dijo el hombre, no va a dolerte, ¿viste como goza tu mamá? Si contestó. Esther tomó su mano y le dijo: Mi amor, hoy vas a tener la experiencia más rica y hermosa de tu vida, si todo sale bien, no solo perderas tu virginidad y empezarás a disfrutar del sexo, sino que quedaras embarazada de Juan, serás su mujer y le darás un hijo.
    
    Juan besó a mi hija en la boca y alzó su cadera, entonces le dijo: Mírame a los ojos, mi linda. Marina obedeció y aquel inmenzo pene se hundió en el cuerpo de mi hija. Marina dió un gritido y el negro empezó a cogersela ...
    ... con lujuria, en solo unos segundos ella tuvo un orgasmo intenso, y empezo a gritar y gemir de placer descontroladamente. Viendola Juan eyaculó intensamente dentro de ella y se abrazaron y besaron largamente con deseo. Esther sonreía y se besaba con ellos y los acariciaba.
    
    Al recuperarse se fueron a la ducha y yo me coloqué en un lugar más seguro. Al salir Esther le preguntó a Juan si quería enseñar a Marina a satisfacerlo con la boca. Pronto Esther y Marina se disfrutaban oralmente a aquel hombre. Marina se bebió su semen con lujuria y le dijo que solo le faltaba llenarle un agujerito.
    
    Esther colocó a nuestra hija boca abajo y empezó a dilatarla sin apuro, dejandose lista a Juan, quien se la cogió con deseo hasta acabar en ella. Al verlo, mi esposa lo sacó del ano de Marina y se acostó boca abajo. Sin descanzar Juan empezó a cogersela por detrás sin descanzar, tocando el clítorix de Esther, dandole varios orgasmos. Al terminar enviaron a Marina a ver unas películas porno, mientras ellos se besaban tocaban, manoseaban y copulaban nuevamente. El Negro durmió con ambas esa noche y se fue en la mañana después de tirarse nuevamente a ambas.
    
    Mes y medio después grababa los encuentros sexuales de mi mujer y mi hija con ese hombre, y mi hija me confesó que estaba preñada de un hombre negro y quería vivir con el, por lo que acepté que se casaran y vivieran en nuestra casa. 
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