1. A la mañana siguiente


    Fecha: 28/09/2019, Categorías: Incesto Autor: juandeldiablo1957, Fuente: SexoSinTabues

    Después de aventarme un buen palo en la noche con mi madre, nos quedamos profundamente dormidos, me desperté muy de mañana, palpé a un lado de mi el cuerpo y sentí que no estaba mí madre, yo seguía con ganas de coger. En esa época yo era muy joven, por lo que siempre por las mañanas, me levantaba con la verga bien parada, yo quería volver a disfrutar las dulces caricias de mi madre como lo hice en la noche anterior. Así que me levante y fui en su busca, en la otra recamara no estaba, así que me dirigí al baño, ella estaba ahí empinada completamente desnuda, buscando no sé qué abajo del lavabo, rápidamente la agarre de la cintura, ella al sentir mi presencia se reincorporo, yo la abrace por el talle y me repegue a ella, sintiendo la suave dureza de sus nalgas. Ella lanzo un largo suspiro y con voz lánguida me pregunto, ¿Qué quieres papito?, yo le conteste, es obvio mamita, quiero seguir cogiendo, tengo hartas ganas de hacerte y que me hagas feliz, al mismo tiempo que le sobaba sus tetas y le besaba la nuca y parte del cuello, ella lanzaba pequeños suspiros de placer y lanzo más suspiros cuando sintió mi verga cacheteando sus nalgas. Ella sin decir nada se apoyó en el lavabo y empino sus ricas nalgas hacia mí, yo así, en esa posición le empecé mamar su rica vagina, lo hice tan solo por unos momentos, me reincorpore, la agarre por la cadera y enfile mi verga hacia el objeto de mis deseos. (Hacerle el amor a mi madre una y otra vez, era para mí, no solo una obligación y un acto ...
    ... lujurioso, sino que, para mí era un acto de amor sincero. Tuve la suerte de tener una madre muy joven, muy bella y bastante buena. Hasta hoy en día sigo soñando con esa época, de cuando nos amábamos los dos en la soledad de nuestra casa). Le metí la verga tal como lo hice la primera vez, poco a poco, porque yo quería sentir la sedosidad y la tibieza de sus paredes vaginales, mientras sabrosamente abrazaba mi verga. Después de un instante la empecé a bombear, al principio muy lentamente y después en rápidas y suaves estocadas, solo se oía en el baño el golpeteo de mis huevos en sus nalgas cada vez que la penetraba hasta el fondo. Con el fin de que ella estuviera cómoda, me la llevé a la sala y sobre el sofá grande la puse de a perrito y me la seguí cogiendo con pasión, ella apoyaba su cara en el respaldo del sofá soltando de vez en cuando pequeños gritos de placer, cosa que, al oírlos, me provocaba una excitación muy chingona, ya que sabía que mi verga la estaba haciendo gozar y al fin y al cabo eso era lo que yo quería. Empecé a sentir que ella empezaba a gemir de una forma, que, a base de cogérmela muchas veces, yo sabía, que estaba a punto de venirse, así que, incremente la velocidad de mis penetraciones, al tiempo que yo sentía también que venía a mí el viaje sin retorno. Seguí penetrándola, hasta que nos venimos al mismo tiempo, ella lanzo un largo y sonoro grito de placer y yo lance unos fuertes bufidos, cuando me estaba vaciando dentro de ella, afortunadamente como lo ...
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