Un tipo con suerte - Mi iniciación sexual II - Relatos Eróticos

Un tipo con suerte - Mi iniciación sexual II

... manos hacia sus tetas y me lo impide agarrándomelas y sujetándolas en su abdomen, pero sigue apoyándose y refregando su culo contra mi pija con el baile.

Estoy a punto de acabar, ya no aguanto más, me separo de ella y voy al baño, apenas llego y allí abriendo el pantalón descargo varios chorros de esperma. Los limpio con una toalla, me visto y vuelvo

Al llegar ella sirve el café.

-Disculpame-, le digo

-No te disculpes, fue culpa mía- dijo, -creo que me extralimité-

-Culpa de ambos, empate- le dije y me reí

Me mira., se sienta a la mesa frente a mí y agachándose un poco, mientras me deja ver sus tetas a través del escote me pregunta -¿acaso te gusto?-

-Tienes un hermoso cuerpo- le digo y sorbo el café

-Te quiero preguntar algo, pero contesta con la verdad- dijo

-sí, no hay problemas- le respondí

-La otra noche, cuando me levante tarde a bañarme, fuiste vos quien entró en mi habitación-

-Sí, era yo- le dije

-Me sacas un peso de encima llegue a creer que había sido Patricia quien vio el...aparatito.- dijo riéndose

-Y con todo lo que vistes, ¿en que nos pone?- me pregunta

-En nada, no te preocupes, soy una tumba- le dije

-no me refería a eso- me dijo, -estaba pensando en tener sexo contigo, pero solo oral-

-¿porque solo sexo oral?- le pregunté

-Somos parientes cercanos, no quiero penetración, no me parece bien, eres hijo de mi hermana-.

-Pero si quieres podemos satisfacernos oralmente y sí que lo necesito- agregó

Dejo ...

... pasar unos segundos y como yo no reaccionaba -y que contestas-me dice

-Que si claro, me encantaría al menos eso- contesté. superando mi asombro ante esa solicitud tan abierta

Se levantó y me dijo, -te espero en mi habitación en un ratito- y salió caminando

Yo fui a mi habitación, me saqué la ropa quedándome solo con el bóxer y me dirigí a su habitación. Mentalmente estaba a mil, físicamente la pija casi me dolía de imaginarme a mi tía chupándola.

Cuando llegué a su habitación, ella ya se había desnudado y estaba acostada debajo de una sábana.

Me acerqué y me acosté sobre ella, la luz era muy tenue.

Comencé a darle un beso de lengua en la boca, mientras bajaba un poco la sabana y empezaba a acariciarle las tetas.

Las sentía duras, acariciaba los pezones bien parados demostrándome lo excitada que estaba.

Mi lengua se cruzaba con la ella como si fuesen dos espadas en pleno combate. Ninguno de los dos aflojaba.

Comencé a besarla en el cuello, lo besaba. lo chupaba y le pasaba la lengua. Me fui acercando a los pechos muy despacio, ella gemía y gemía abrazándome con ambos brazos.

Cuando llegué el inicio de su seno izquierdo comencé a pasarle la puntita de la lengua, casi sin tocarla mientras la dirigía hacia su pezón. Comenzó a moverse y a gemir más alto.

Al llegar al pezón abrí la boca y lo rodeé con los labios metiéndolo completamente dentro de la boca, comencé a chupar casi desesperado.

Ya la sabana había desaparecido y nuestros cuerpos se tocaban ...