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Mi hija no me dejaba masturbarme 2 (final)
Fecha: 03/10/2019, Categorías: Masturbación Autor: cunegundo, Fuente: CuentoRelatos
... Leticia. Llega y le lanza una bofetada. Ella responde con empujones y golpes. En el forcejeo varios botones salieron disparados. Se tiraban de los pelos y se daban patadas. ―No vuelvas a tratar así a mi padre delante de todos, eh. ―¿Pero qué dice ésta loca?― decía Leticia. A ambas se les veían los sujetadores e incluso las bragas. La gente consiguió separarlas. Abochornado me marché al hotel. Leticia no apareció. A la mañana siguiente le llamé por teléfono. Me dijo que se pasaría como a las tres. Supuse que había pasado la noche con uno de sus amigos. Había dormido mal. Me imaginaba a mi hija y a mi novia peleando por mí. Tuve una erección. Esa lucha por mí me había excitado. A las tres llamaron a la puerta. Era Leticia. Hablamos un poco de cosas intrascendentes. Luego se metió en la ducha. Me di cuenta de que yo estaba muy caliente. No podía evitarlo. Iba a tener una erección. Había dormido mal y tenía en la mente la pelea entre ambas. Tuve un sobresalto. Llamaron al timbre. Estaba seguro de que era Laura, mi hija. Fue salir Leticia del cuarto de baño y entrar mi hija, tras abrirle yo la puerta. Lo que pasó entonces me los esperaba. Laura se lanzó a por Leticia como en la noche anterior. Cayeron al suelo entre golpes. Laura azotaba a Leticia, pero la otra respondía como podía. Intenté separarlas, pero me llevé golpes. Rompieron sus vestidos dejando al descubierto su ropa interior; sus sujetadores y sus tangas. Me pareció que las dos estaban ...
... bellísimas. Hubo un momento que me asusté porque no sabía qué hacer. Mi corazón latía y latía. Afortunadamente las dos estaban muy cansadas. Debajo estaba Leticia y encima Laura. Jadeaban de cansancio. No podían más. Una tumbada sobre la otra. Aproveché para sentarme en un sofá. Tuve una erección y entonces sucedió. No sé cómo no conseguí dominarme. Me la saqué y me puse a masturbarme. Leticia que estaba debajo me miró y Laura que estaba encima de ella también dirigió su mirada hacia mí. No tenían ya sujetadores que estaban esparcidos por el suelo. Casi sin darme cuenta se levantaron. Leticia agarró el trasero de Laura y se puso a darle azotes bastante fuertes. Laura era más fuerte que Leticia, pero se estaba dejando vencer. Y Leticia le golpeaba en las nalgas sabiendo que a mí me gustaba. Yo resoplaba y jadeaba. Estaba al borde del orgasmo. Parecía que iba a ser un goce muy intenso y necesario. Laura y se revolvió y le dio una sonora torta en la cara a Leticia. Y ésta, se la devolvió. Ambas dieron grititos agudos. Me corrí sollozando de placer y soltando una gran cantidad de esperma. Tuve dos orgasmos seguidos. No me había pasado en mi vida. ―¡Cómo he podido hacer esto!― dije lamentándome. ―Leticia y Laura hicieron las paces. Le dejó un vestido a mi hija. ―Ella antes de marcharse me llamó por mi nombre. ―Sólo quiero protegerte. Te perdono lo que has hecho. ―Yo también― me dijo Leticia― sonriéndome con ternura. Unas horas después hablaba con Leticia en ...