Biblioteca en julio
Fecha: 07/09/2017,
Categorías:
Fetichismo
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... salir me recibió con las bragas en la mano, me las dió y mi primer impulso fue llevarmelas a la nariz. Uff que olor más pontente, pura mujer, realmente estaban muy mojadas, así que decidí ponerme la parte central en la boca y aspirar un poco. Fue casi como estar comiendole el coño, y ella a mi lado mirandome y tocandose los pezones.
Una vez en el coche nos empezamos a besar con una intensidad considerable, el aire estaba a tope pero no hacíamos más que sudar por todas partes, ella especialmente por el coño. Vamos a la parte de atrás, le levanto el vestido y se lo empiezo a comer, que sabor, que textura, como chorreaba esa fuente de placer. En el mientras, ella, muy habilidosa, cogió su pie derecho y lo llevó a mi polla ya hinchada al máximo. La abrazó entre sus dedos y empezó un lento y constante sube y baja que me empezó a llevar a la gloria.
Tras esto, empezamos a follar, ella se quedó en la misma posición en la que le comí el coño y yo encima embistiendola, asi estuvimos un buen rato hasta que noté que me corría, me salí de ella y de forma automática cogí sus dos pies, y la guié para que me hiciera acabar con una paja con esos deliciosos pies. Ahora mi polla estaba empapada de sus flujos. Como se deslizaba mi polla entre esos pies, hasta que me empezaron a dar espasmos, y le llené los pies, las piernas y hasta el bestido de leche.
Al despedirnos me dijo que ella acababa el día siguiente, y que si nos volvíamos a ver, sería fruto de la casualidad, y que en tal caso, seguramente acabaremos tan pringamos como ahora.