Por infiel, inicié a mi esposa en la prostit. 2 - Relatos Eróticos

Por infiel, inicié a mi esposa en la prostit. 2

... culiar como un burro, con potentes embestidas, en un vértigo de sensual y salvaje posesión de esa hembra fina y aristocrática, mientras le decìa: "¡¡Que rica eres...puta rica, ya no eres la señora elegante, ahora eres mi puta, la sabrosa puta de Simón"

Mi esposa, despojada ya de todo pudor, estaba fuera de si, disfrutando el intenso sexo de ese macho con ardiente pasión.

Simón la sometió completamente, y la culiaba a su antojo en distintas posiciones. Estaba probando y haciendo puta, a una fina y tentadora novata de la clase alta, corrompiendola, llevándola al éxtasis, haciendo que experimente los orgasmos más violentos y prohibidos, que sin control alguno le hicieron decir: "DAME MÁS...DAME MÁS...QUIERO MÁS...QUE LOCURA...ESTOY LOCA...¡¡QUE RICOOOO...!!"

Y mientras la poseía con su palpitante verga, hasta el fondo de sus entrañas, Simón le decìa: "TE GUSTA MI VERGA, PUTA RICA", SI, SI, le decìa ella.

Ahora dime: "Quiero ser puta, la puta más arrecha", y Andrea, jadeando de placer, le repitió arrebatada: "Quiero ser puta, la puta más arrecha de aquí"

En ese momento, sentí el contacto de la vieja, que sonriéndome con picardìa me dijo: "Tu hembra está lista, ya tengo una nueva puta, la puta más hermosa y arrecha que he tenido" Yo, asombrado y profundamente excitado, quedé en silencio. Sentía que mi verga estallaba, mientras contemplaba la sensual visión de mi esposa, ...

... penetrada de forma tan posesiva y brutal por el incansable mulato, que había convertido a mi refinada esposa en una nueva, anhelante, y deliciosa puta.

A continuación, el mulato Simón, penetrándola de manera posesiva y sensual, fue instruyendo, y haciendo practicar a Andrea, las más viciosa y variadas posturas del sexo profesional de las putas, diciéndole: "Muévete asì, despacio y en círculos alrededor de la verga, aprieta la vagina, empuja arriba y abajo, así, así puta rica, que rica tu chucha,... que bien lo estás haciendo..."

Y Andrea, abandonada al placer, fue experimentando, obediente y gozosa su nueva escuela de puta.

Cuando la vieja entró al cuarto, vio a Andrea sentada al filo de la cama, sudorosa y sonrosada, con el brillo chispeante que tienen las hembras en los ojos, cuando han sido bien culiadas.

Allí le enseñó otros secretos y procedimientos del oficio, y la llevó a duchar. Mientras pasaban a mi lado me dijo: No necesito que Simón me diga nada, lo vi todo; y tu también. Ahora, después de un buen baño la maquillaré, y la vestiré como corresponde. Sal ahora al salón donde beben los clientes, tómate una cerveza y espera 45 minutos a que asome por primera ves del cuarto No.1 la puta mas rica, la mejor puta de este burdel.

Yo salì al salón, y con una cerveza en la mano, esperé ansioso, y tremendamente excitado, el debut de la nueva y deliciosa puta: Mi esposa Andrea.