1. El profesor de mi vida


    Fecha: 07/10/2019, Categorías: Anal Gays Masturbación Autor: john_kelly, Fuente: xHamster

    El profesor de mi vida Hola, tengo 18 años y resido en Chile, soy una persona que desde niño fue muy traviesa y movida, aunque siempre he sido responsable y amable con las personas que quiero y que para mí, merecen respeto. Mi vida ha estado siempre llena de incógnitas que siento que debo resolver, por lo cual me aventuro a nuevas emociones guiado por mis instintos y por mi corazón también. Esta vez les contaré acerca de algo que me sucedió hace 2 años. En el colegio, mi clase favorita era Química, no solo porque me gustara la materia, sino porque me gustaba quien la enseñaba. Él se llama Carlos, tiene 22 años y es un profesor nuevo en su profesión y en nuestro colegio. Era alto, desde el primer momento en que lo vi sentí gran atracción por él, no sólo sentía un deseo incontenible de ser poseido por él, sino algo más inocente y puro, algo que iba más con mi edad, (15 años). Fui muy empeñoso en sus clases, y obtenía las mejores notas. Carlos comenzó a sentir un especial aprecio por mi, yo suponía que era por mi esfuerzo, pero al parecer estuve equivocado. Siempre me felicitaba por mis trabajos y cuando no había nadie me acariciaba el rostro y me decía que era el "alumno soñado", por mi parte, yo sólo podía agradecerle sin intimidarme y parece que eso le gustaba. Los días y los meses transcurrían en esa misma situación, pero cada vez esa relación se hacía más estrecha; lo consideraba un amigo, y él también me consideraba así. En muchas ocasiones me declaró que me quería ...
    ... mucho y en una ocasión yo me atreví a darle un beso en la mejilla, él solo sonrió. Una tarde, a la hora de salida de clases, él se quedó solo en el salón, como me demoré un poco en salir, intencionalmente, me llamó y me dijo que me acercara. Después me dijo que me acercara a él para ayudrlo a ordenar unas fichas bibliográficas. Yo junté una silla cerca al escritorio para sentarme. Entonces comenzamos a hablar, hablamos de muchas cosas. En algunos momentos él me miraba y me cautivaba. A medida que hablábamos, me acercaba cada vez más a él; podía sentir un aroma delicioso que me embriagaba y me extasiaba; el olor de su cabello, de su cuerpo, de su deseo. No podía quedarme quieto tan cerca de él. Me arrodillé en la silla y comencé a jugar con las fichas y a jugar con mis pies. Entonces, en el instante siguiente, él me cogió de mi cintura sin decirme nada, con un deseo y una ternura indescriptibles. Todo transcurría en cámara lenta, muy lenta; disfrutaba toda esa sensación. Me acercó a su cuerpo y me besó y acarició. Mi cuerpo no me obedecía; estaba extasiado de tanto amor. No podía corresponder todos esos besos porque había quedado inmóvil. Sus manos me cargaron como si yo no tuviera peso, como si cargara una pluma. En ese momento sentí que nada podía hacerme daño, me sentí más protegido que nunca, parecía un hermoso sueño del que nunca despertaría. Sentí que me cargó hasta su auto, en el colegio no había casi nadie. Todos los que me veían debieron pensar que me había enfermado y ...
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