1. La Mujer del Pastor


    Fecha: 12/10/2019, Categorías: Incesto Autor: ioelmejor69, Fuente: SexoSinTabues

    La Mujer del Pastor Solo una historia más. Debo empezar esta historia diciendo que he sido una mujer “Relativamente” feliz los últimos 19 años de mi vida y que logre llegar a este momento gracias a la generosidad de mi esposo quien ha sido mi guía espiritual, padre amoroso, excelente hijo y bienintencionado esposo. No obstante lo anterior hoy me siento más pecadora que antes, Daniel mi esposo es Pastor en nuestra pequeña comunidad por lo que estoy bajo la mirada de todas las mujeres del medio quienes permanentemente buscan el apoyo y consejo acertado de mi marido. Pero no siempre fue así, antes de ser su esposa, fui la más puta de todas las putas, déjenme contarles, fui educada en una familia muy conservadora, de fuertes convicciones y de educación católica casi fanática, desde los seis años, asistí a escuelas confesionales donde siempre nos hablaron de los peligros del demonio, conforme fui creciendo, aprendí que el demonio y la carne, eran la combinación ideal para los pecados más graves, a nadie conté y confesé que llegue a sentirme parte del diablo cuando a los ocho años, después de ver el ayuntamiento de un toro con varias vacas, en mi centro de placer, se empezaron a manifestar punzadas y calambres que solo cesaban cuando llevaba mi mano a mi entrepierna y con movimientos circulares lograba apagar aunque fuera momentáneamente la comezón que me consumía. No tenía a nadie a quien recurrir, en el rancho no había vecinos con hijos o hijas de mi edad por lo que siempre ...
    ... andaba sola buscando cualquier lugar para medio ocultarme y frotarme hasta lograr cierta tranquilidad, una de esa tardes recién había cumplido los doce años, buscando ocultarme cerca de un arroyo, descubrí a una pareja de peones que desnudos retozaban sobre el zacate lejos de las miradas de los pocos viajeros de la zona, su ropa estaba amontonada a un lado de sus cuerpos, él estaba tirado de espaldas y era ella la que lo montaba, se quedó tan grabada en mi esa imagen que por más de un año repetí ese momento en mis sueños como en recuerdos, diariamente la imagen me sirvió para disparar mis sesiones de autocomplacencia. A pesar de haberlos mirado por más de una hora, me impresiono el tamaño de miembro que los mantenía unidos, dentro de mi pensé que mientras más grande fuera el miembro del hombre más tiempo podía durar su ayuntamiento, empecé a buscar los bultos en las entrepiernas de los hombres, incluso mis hermanos y mi padre. Abandone las escuelas de religiosas cuando termine la educación secundaria y debido a mi deseo de estudiar, me mandaron a casa de una tía, para estudiar en la preparatoria cercana a su casa, me había librado del yugo familiar y aunque mi tía era de formación similar, el solo hecho de convivir con otros jóvenes y mujeres de mi edad, me permitió que mis fantasías masturbatorias, tuvieran otras caras o tuvieran otro motivo, comencé a vivir las primeras experiencias a través de las historias de mis amigas, desde un simple besuqueo hasta el enterarme de los ...
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