Mi vecina Raquel
Fecha: 13/10/2019,
Categorías:
Incesto
Autor: Fernán, Fuente: CuentoRelatos
Mi vecina Raquel siempre ha sido un icono del deseo para mí, es una madura en un cuerpo de colegiala, su marido un cercano amigo de mi padre y Raquel intima de mi madre, en mi juventud y después de perder la virginidad con mi tía (una madura), las maduras se volvieron mi debilidad, siempre lleva faldas o vaqueros ajustados, unas blusa semitranslucidas, siempre coqueta, cuando me fui de casa de mis padres ella era la razón perfecta para visitar a mis viejos, siempre la veía cuando ella lavaba ropa, se empapaba sus camisas y se traslucían sus tetas.
Más de una vez me pillo viéndola y ella con un guiño cómplice me lo aprobaba, una mujer especial; luego de tanto rollo paso a describirla, esa de tez blanca, pelo lacio rojizo que le llega hasta las caderas, un trasero respingón, unas tetas algo grandes, caderas anchas y una figura delgada para su edad, se cargaba sus 48 años bastante bien; sin hijos, y con el típico marido que prefiere comerse a otras que a su esposa.
Me invitaron mis padres al cumpleaños de mi abuela, como de costumbre invitaban a Raquel y a su esposo, llegue como a las 6:00 pm, ya la fiesta estaba en pleno gozo, llegue cene, tome, baile y me divertí, no me había percatado de la presencia de Raquel, si bien yo sabía que nunca faltan, no la note, y es que estaba sentada casi detrás de su marido y mi padre, ahí solita, apachurradas y seguramente aburrida, me acerque a su esposo y lo salude, le pedí permiso para sacar a bailar a Raquel, él ya se encontraba ...
... algo tomado, pues nunca aceptaba que mi padre tomara más que el:
-Pero mira nada más, si es Ferna!!
-Que tal sr, veo que aun compite con mi viejo
-ya ya, pero no logro ganarle a este hombre ja ja
-¿No le molestara que saque a bailar a la señora Raquel no?
-Claro que no hombre, si eres como de mi familia
Luego de unos cuantos intentos, conseguí zafarme de la rutinaria conversación y tomando de la mano a Raquel la saque a la pista, bailamos y tomamos incontables veces, y con el calor del baile, los tragos y el ambiente, me fui desenvolviendo y mis manos tomaron una destreza para recorrer las carnes de Raquel, ella al principio se reía cómplice, después fue agitándose y poco a poco me restregaba su fabuloso culo y sus tetas, estaba que me corría, cuando la canción acabó y habiendo agotado mis energías y las de mi pareja de baile fui a la calle a tomar algo de aire y por una cajetilla de cigarros a mi auto.
Mientras buscaba en la guantera del vehículo mis cigarros sentía una presencia que me vigilaba, cuando me gire ahí se encontraba Raquel, recargada en el auto y mirándome sonriente:
-Vaya Raquel me has asustado
-!!Tan fea estoy!!
-Para nada, sino que no hacías ruido
-Lo siento
-Nada nada, y dime a mi que saliste si la fiesta sigue adentro
-Espero a mi pareja de baile ja ja
-Vale, solo salí a por cigarros, pero na' mas no los encuentro
-Tengo unos en mi casa, ¿quieres ir a por ellos?
-De maravilla
La seguí sin quitarle la mirada de ...