Aquel programa de radio nocturno...
Fecha: 08/09/2017,
Categorías:
Gays
Masturbación
Sexo con Maduras
Autor: renovatio111, Fuente: xHamster
... meter de nuevo su verga en el bóxer e irme a masturbar, como siempre lo hacía en el baño. Y justo cuando yo sacaba mi mano de ahí, devuelta su verga a su lugar original, sentí su propia mano tomar la mía… ¡Mi padre se había despertado! O tal vez no dormía y todo era comedia. De pronto me él dijo en voz baja, casi en un susurro:-¿Qué, ya te aburriste? ¿O no te gustó?En ese momento yo me quedé petrificado.Estaba nerviosísimo y además asustado. Ya me encontré asumiendo lo que vendría después: gritos, voces, un gran alboroto y mi madre despertándose alarmada, y él contándole a ella lo que yo acaba de hacer. Deseé que la tierra me tragase. Entonces él me tomó por la cabeza y me dirigió hacia su verga que sorprendentemente estaba mitad fuera y se detuvo a sólo un roce de mis labios contra ella. Después de un momento pareció romperse el hechizo y me ordenó que cerrara la puerta con seguro, para que no fuera a entrar mi mamá, y eso hice. Luego, mientras él se sentaba en la cama para estar más cómodo, me acerqué y fui directamente hacia su verga. La metí en mi boca y la mamé como si mi vida dependiera de ello. No me sorprendió nada oírle gemir. Cuando en ocasiones, con mi boca llena de su verga, yo oteaba su rostro, éste me confirmaba que estaba gozando el momento, a juzgar por la expresión de su cara. Se notaba que lo disfrutaba muchísimo. A veces sus ojos se ponían en blanco, los labios entreabiertos, por los que se escapaban sus suspiros de gozo y placer. y parecía como si aquel ...
... mentón duro y pronunciado se desencajara. En cuanto a mi, era mi primera vez que mamaba una verga, pero ya me imaginé cómo se debía hacer, ya que en estas secciones de relatos uno aprende mucho, además de lo narrado en el espacio radiofónico y era mi oportunidad de llevar lo aprendido a la práctica. Tardé como diez minutos saboreando su rica verga, cuando de pronto, él me dijo que me retirara, porque no quería venirse todavía, que aún tenía más cosas preparadas para mi.Se bajo al piso y me dijo que me pusiera en cuatro patas. Al punto, yo ya imaginaba qué era lo que seguía y aunque estaba un poco inseguro, por el tamaño del pene de mi papá y el dolor que suponía que iba a sentir, tuve que aceptar adoptando esa posición. Nunca imaginé que mi padre acabaría follándome algún día, como tampoco aquel juego que recién inició con sus dedos y sentí como empezó a juguetear con su dedo índice al rededor de mi esfínter. Lo metía un poco y luego lo sacaba para meter después dos, luego uno, acto seguido dos… Se me iban los gemidos. Luego sentí su lengua caliente dentro de mí, en mi culo. Yo me sentía en las nubes con eso que me hacía, y mis gemidos de placer lo probaban. Tal vez por eso, él prosiguió con su juego de los dedos. ¡Metió uno, dos, tres, cuatro dedos! Ahora sé lo evidente de la situación: esos juegos sólo me estaban preparando para el momento final. Cuando se aseguró que mi culo estaba bien dilatado, me dijo:- ¡Qué bien aguantas, eh!Me decía estas palabras con una respiración ...