1. Desafío de galaxias (capitulo 56)


    Fecha: 14/10/2019, Categorías: Sexo Oral Autor: calvito, Fuente: CuentoRelatos

    ... hacia.
    
    —Pero, ¿cuántos años teníais? —preguntó Marión divertida.
    
    —No sé, ¿catorce o quince? —preguntó Esteban.
    
    —Quince, —respondió Sarita— y, ¿no me robarías las mías?
    
    —¡Que no joder! Además, parte de la ropa que tenía en mi armario era tuya…
    
    —Eso si es cierto, en mi armario pasaba lo mismo.
    
    —Y nos duchábamos juntas.
    
    —Con lo distintas que sois y siempre estabais juntas, —dijo Marión.
    
    —No estábamos tan juntas, además, en el grupo estaban también Paco y J. J. —respondió Marisol— y a Sarita la dio tiempo a cazar a Felipe, y a mi de ir de chocho en chocho.
    
    —Yo creo que es mejor que dejemos está conversación… —dijo Anahis que empezaba fruncir el ceño.
    
    —Mi amor, son cosas que pasaron cuándo éramos jóvenes y teníamos las hormonas disparadas.
    
    —Pues espero que… por tu bien, las hormonas se te hayan tranquilizado.
    
    —Por supuesto mi amor, mis hormonas solo se disparan contigo.
    
    —Además Anahis, Marisol ya empieza a estar mayor para perseguir chochitos.
    
    —¡Eh, eh! ¡No tan mayor! —protestó Marisol— que solo tengo treinta.
    
    —¡Pero que morro tienes! —exclamó Sarita— Ya has cumplido treinta y dos, como yo.
    
    —Ha sido genérico, ¡Joder! ...
    ... treinta, genérico.
    
    —¡Marisol se quita años! ¡Marisol se quita años! — corearon todos mientras se partían de la risa, incluso la enfermera que acababa de entrar para cambiarla el goteo.
    
    —¿No os da vergüenza reíros de una pobre herida en combate como yo?
    
    —Bueno vale, no nos metemos más contigo si nos dices, que hiciste con las bragas de Isabelita Nájera, —propuso Felipe.
    
    —Si, si, cuenta, cuenta.
    
    —Desde luego, hay que ver como sois… de cotillas. No me lo puedo creer.
    
    —Pues tú veras, pero no nos vamos a ir hasta que lo cuentes.
    
    —Pues digamos que las tetas y los dientes, no era lo único grande que tenía Isabelita, —todos se la quedaron mirando.
    
    —¿Las mediste? —preguntó Paco Esteban.
    
    —No, me las puse… y se me caían, —respondió Marisol soltando una carcajada.
    
    —Siempre has sido un poco escurrida de culo, —afirmó Paco.
    
    —En comparación con Isabelita, desde luego.
    
    —Pues a mí me gusta, lo tiene perfecto, —afirmó también Anahis.
    
    —Lo que te pasa es que la pasión te ciega, —dijo J. J. riendo.
    
    —A ver si te voy a tener que dar una leche, —le amenazó Marisol— como sigas metiéndote con mi culo.
    
    —No nena, tienes un culo que te cagas: faltaría más. 
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