Me tratan como una puta gay - Relatos Eróticos

Me tratan como una puta gay

Estaba todo hablado, habíamos quedado mediante una app gay de móvil teníamos claro lo que queríamos, yo quería un macho dominante y el me propuso algo duro y morboso.

Fui donde habíamos quedado, eran las 10 de la mañana y estaba en el centro comercial, entre en los lavabos de hombres y él estaba allí tal y como me dijo, estaba meando de pie en los orinales típicos de cualquier lavabo masculino, le mire me miro e hice lo que habíamos planeado, entre en un lavabo que tenía puerta, cerré la puerta sin poner el candado, me desnude totalmente y me arrodillé mirando hacia la puerta cerrada, el lavabo no estaba limpio pero era algo que ya me había imaginado, minutos después se abrió la puerta era el, entro cerró la puerta puso el pestillo, no dijo nada y se sacó la polla, ya estaba todo hablado y sabía que sería así, fui hacia esa polla madura mucho más mayor que yo que tengo 21 años y el 47, era una polla peluda muy peluda estaba totalmente flácida y mojada de meado pues hacía pocos minutos ...

... él estaba meando tan a gusto.

Me la metí en la boca sin pensar, estaba asquerosa no puedo negarlo, pero me sentía una puta y la chupe sin quejas hasta q se puso bien dura, en ese momento me agarró del pelo y retiro mi boca de su polla para decirme "puta levanta hacia la pared y calladita" no dije nada solo obedecí, apoye mis manos a la pared me puse cara a ella, el sin ningún tipo de pensamiento la clavo en mi culo, un dolor insoportable hacia mi culo estrecho y seco pero no podía quejarme era mi fantasía todo esto, aguante casi con las lágrimas a punto de saltarme, me estaba follando duro a pelo y agarrándome del pelo sin ningún tipo de compasión, me pego un par de azotes muy duros en mi culo y se corrió, duro poco, la saco se levantó el pantalón y se fue, y yo allí de cara a la pared casi llorando y saliendo leche de mi culo desnudo en un lavabo público lleno de leche de un maduro asqueroso.

Soy una puta me siento una puta y agradezco estás reventadas que me hacen llegar al límite.