La fiesta de las sumisas - Relatos Eróticos

La fiesta de las sumisas

Raúl me llevó a una fiesta privada sin apenas darme ninguna premisa, tenía una lista de cosas que había que traer puestas de casa:- Bolas tailandesas- Pinzas para pezones con cadenita y collar- Esposas- MordazaMe podeis imaginar con todas estas cosas puestas a la vez. Las bolas tai para quien no las conozca es un juguete anal que consta de unas 5-6 bolas atadas por un cordel, las mías hacen unos 35cm de largo y las 6 bolas son como unas pelotas de tenis. Supermorboso.Llegamos a la fiesta y literalmente solo llevaba eso y tacones pero vi que no era la unica que iba así. Todas las mujeres iban desnudas con o sin juguetes y atadas al lado de su acompañante masculino. Yo con 18 años era la más joven. ¿Sabéis ese gusanito de placer que se muebe dentro cuando estas tan expuesta? Pues si por mi fuera ya me habría corrido tres veces. Era verano y lo agradecía, el jardín como he dicho había otras parejas como nosotros, y dentro de la casa todo oscuro, supongo que la fiesta era fuera. Dimos un paseo y todos me miraban a mi, hombres i mujeres, había chicas de rodillas en el suelo con sus acompañantes tentados encima mientras hablaban con otros, otras encima de un altillo donde los hombres las meaban encima, no era una orgía pero si una fiesta cien por cien sexual. Mi premisa era no hablar así que Raúl traía una lista escrita de mis limites. Le dio mi correa a un hombre que se acercó y este me ató a un arbol cercano y me pegó la lista de limites en una pinzas. La cuerda salía de mi ...

... cuello así que no me podís mover mucho.Raúl se fue al altillo de la lluvia dorada y meó en la boca de una rubia cuarentona, a mi eso me dan arcadas. Vino un hombre, leió la lista y sin decir nada me empezó a azotar la cara, con la mordaza me dolía, no paró hasta que lloré, no por la situación pero si por el daño. Pasó otro hombre y me folló hasta correrse en mi espalda. Después vino otro. Al terminar el segundo vino Raúl y me sacó una de las bolas, quise gritar pero no podría. Me desató y me llevó al altillo donde antes hacían la lluvía dorada, me resistí, es uno de mis limites.- Te van a llenar la boca de semen zorra. - Y me abofeteó. - Pero no te lo tragues.Me subí y me arrodillé, subieron otras 5 mujeres. Un hombre me quitó la mordaza y abrí la boca, era el mismo procedimiento que antes pero con semen. Los hombres se ponían delante y se corrían, a mí se me corrían en la boca y no me lo podía tragar, por orden de Raúl, cuando tube 10 corridas en la boca ya se me salían por los lados hasta caerme por mis pechos. Me levanté y bajé, Raúl me llevó delante de una mujer que estaba de rodillas en el suelo.- Escúpele la leche. - Lo hice y la chica empezó a recoger la lefa de su cara y metersela en la boca, yo me limpié mi cara y Raúl me puso otra vez la mordaza. No se cuanto tiempo había pasado, me encantaba esa "fiesta". Había una mazmorra con dos chicas dentro que tenían sexo lèsbico mientras hombres alrededor las insultaban, un poco misogino me pareció. Me di cuenta de algo, los ...