Las memorias de un feto
Fecha: 19/10/2019,
Categorías:
Fetichismo
Autor: Susyalfi, Fuente: SexoSinTabues
... Era común escuchar voces que sonaban afuera, luces que se colaban por nuestra única ventana, cuando no apretones que deformaban nuestra habitación. Lo más impresionante fue un día que vi entrar por la ventana un monstruo de una sola cabeza con una inmensa boca, parecía indeciso porque entraba y salía, yo mas arrojado que mi hermana, me atreví a investigarlo, avance sobre él y cuando lo estaba por agarrar, me escupió con fuerza un engrudo que luego supe era esperma como por la que yo hacía tiempo ingrese a este ambiente. Me compadecí por los millones de colegas que no tendrían porvenir alguno, y que luego un chorro de agua que entro por la ventana se encargo de sacarlos afuera. Menos mal que me aparte, a ver si me mojaban de nuevo a mí. Cuando el monstruo estaba en actividad los gemidos y aullidos repercutían en todas las paredes y los sacudones de mi madre transformaban el útero en un zamba, terminábamos mareados de tanto batuque. Algo parecido ocurría cuando las cortinas se movían sacudidas por los dedos de mama, y lograba su orgasmo, además la entrada se mojaba mucho y de ella fluía una secreción bastante viscosa. Mi hermana y yo pensábamos que esta vida llena de zozobras no era saludable. Otra experiencia que al principio nos asusto fue cuando a las cortinas las separaba un gran trozo de carne lleno de papilas, que se movía en forma aleatoria y mama se retorcía moviéndonos nuestro hábitat, por una inspección posterior supe era la lengua de papa, allí nos calmamos y ...
... nuestro miedo se disipó. Por lo general todos estos hechos ocurrían más o menos a la misma hora. Es que para nosotros la escala de valores con que se manejan los viejos no tienen sentido. Ahora recién comprendo que miden el tiempo en años, meses, días, horas, minutos. También que usan un papel con números en negro y en rojo, cuando son rojos la tranquilidad uterina se altera más que cuando están pintados de negro, que de noche duermen, pero antes de dormir te descompaginan la musculatura en crecimiento con sus movimientos, que de día está la actividad rutinaria. Pero no siempre la respetan rigurosamente. Una tarde las cortinas se abren entrando aire fresco, me despierto y observo un nuevo musculo con papilas pero distinto al de papa, pongo atención y escucho, así, así hermanita de mi vida, era mama rogando que le hiciesen algo. Eso no lo volví a escuchar, raro, no?. lo que si era bastante seguido, era ver como las cortinas bamboleaban por la friega de los dedos de mama sobre ellas, seguidas siempre por su ya conocidas convulsiones y fluir de jugos hacia el exterior. No dejaba de pensar, porque no nos dejaran más tranquilos, son muchas las cosas que padecemos mientras se va formando nuestro cuerpito. Son unos chismosos, nos espían con sus aparatos y comentan como estamos y como somos, para que lado nos acomodamos y como nos movemos. Nosotros nos vengamos dando patadas a las paredes, cosa que en cambio de irritarlos, les encantan y festejan. Hasta nos sacaron fotos, inaudito, para ...