1. CULITOS CASI VÍRGENES


    Fecha: 20/10/2019, Categorías: Gays Autor: Hansolcer, Fuente: SexoSinTabues

    De rodillas al borde de la vieja cama donde debía dormir su madre con su padrastro, Julio el menor de los hijos de mi vecina se retorcía de gusto al sentir mi lengua lamiéndole toda la zanja del culo. Delante, parado frente a él su hermano Iván ofreciéndole su parado de pene de no más de 10 ó 12 centímetros. Los tres desnudos, Julito como le llamaba su mamá, aquel flaquito nene de apenas 10 años de edad, al parecer no hallaba explicación al gusto que sentía su cuerpo de estar siendo cogido por un hombre adulto como yo que bien podría ser su padre. Con Iván hacía tiempo que tenía sexo, al menos eso había dejado entrever Rosa, mi vecina en aquella conversación con su más cercana amiga y la que pude escuchar por mera casualidad. Usted hubiera visto – contaba Rosa. Iván estaba detrás de él, lo tenía afianzado del culo y fue precisamente cuando yo entre que se la dejó ir toda. No me vieron, Julito nomas apretó lo dientes y hasta blanqueo los ojos. Se quedaron un rato así pegaditos y después lo empezó a culear. La verdad no supe que hacer – relataba como si aquello que hubiera visto en el fondo le causará algún morbo. No me diga que le gustó ver a sus chamacos cogiéndo – pregunto Doña Luisa mirando a su amiga fijamente a los ojos. La verdad no sé. No le voy a negar que verle la verga a Iván me mojo la concha. Es que lo culeaba tan rico, lo hacía pujar cada vez que se la metía. Julito gemía como putita cada vez que lo enculaba Iván. Creo que hace tiempo que se lo folla, primero lo ...
    ... cogió de perro. Después se lo subió arriba para que lo montará. Fue entonces cuando acabaron. Julito no dejaba de decir que la quería adentro, quería que se la metiera toda. Fue una gran acabada de leche que se le salió a Iván entre las nalgas de Julio. Ambas mujeres guardaron silencio para luego ser Doña Luisa quien de nuevo hablo. ¿Y usted que hizo? ¿Se masturbo? Tenia la panocha mojada – dijo Rosa un tanto apenada. Por un instante quise ir a comerme esa leche que le salía a mi Iván. Quise chupársela, sentir sus huevitos en mi boca, saborear ese pene que se me antojaba sabroso. ¿Es vergudo? – pregunto aquella cincuentona un tanto curiosa interrumpiendo la fantasía de su amiga. No, la tiene chiquita , pero le aseguro que es una verga que si usted la viera no la desaprovecharía – dijo mi vecina provocando que Doña Luisa sonriera. A mi me gustan de todos tamaños – se confesó aquella mujer que quizás iba a decir algo más, pero que noto mi presencia justo a la puerta de su casa. Se miraron entre sí, quizá preguntándose cuanto tiempo tenía de estarlas escuchando. Hola – dijo Doña Luisa como si quisiera romper el hielo. Nos conocíamos de años, mayor que yo, tanto que la trataba como mamá Luisa. Mi confidente de más de alguna cana al aire, tanto que como ahora me prestaba su casa para que me cogiera Rosa. Bueno tortolos – dijo. Voy a salir a comprar al supermercado, les encargo el changarro. Su mirada picara parecía decirme que Rosa estaba caliente por lo que acaba de confiarle su ...
Β«1234...Β»