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El pueblo del pecado (P01 C01)
Fecha: 21/10/2019, Categorías: Gays Autor: Zekyasha, Fuente: SexoSinTabues
... lentamente empezó a abrirse camino. Cuando reaccioné Mauricio ya estaba metiendo su pene dentro de mi. Presionó algo fuerte haciendo que su cabeza entrará dentro del esfínter, arrancándome un grito de dolor, mientras me retorcía en el suelo. -Tranquilo muchacho, verás como dentro de poco empezará a gustarte- decía Empujando sus caderas hizo que lentamente su pene fuera entrando en mi. Intenté separarme pero el me tomó de las caderas presionandolas al piso, evitando que pudiera moverme, mientras metía más y más de su pene en mi. Con una estocada violenta metió todo lo que restaba de su virilidad, haciéndome gritar y derramar unas lágrimas de dolor, para después quedarse quieto. -Pronto te acostumbraras, relajate- me decía mientras presionaba su cuerpo contra el mio sin moverse aún Sentía ese pedazo de carne caliente expandiendo mi ano, como amoldandolo a su forma. Después de un breve instante sin movimiento, empezó un lento vaivén que me incomodaba, pero ya no me dolía como en el principio. Poco a poco la intensidad y la velocidad de esos movimientos fueron aumentando, haciéndome gritar de dolor y provocando un ardor intenso en mi trasero. Las embestidas se volvieron bestiales, el sonido de las caderas de Mauricio chocando con mis nalgas retumbaban en la bodega, ...
... al igual que mis gemidos y sollozos. Un breve tiempo después sentía como un tibio liquido era inyectado en mi interior mientras los movimientos de Mauricio disminuían drásticamente hasta quedar prácticamente detenido, dejando todo su miembro en mi interior mientras toda su carga era vaciada. Sacó su pene todavía erecto de mi, dándome una sensación de alivio, sentía como mi culo palpitaba mientras algunos sonidos con atenuaciones liquidas emanaban de el. Tallando su falo entre mis nalgas me besaba el cuello, hombros, orejas y espalda mientras ambos recuperabamos el aliento. -Tu culo es maravilloso muchacho- decia en mi oreja susurrando Mauricio se recostó a mi lado, mientras tocaba todo mi cuerpo, sentía como parte de su semen salía de mi interior mientras un ardor empezaba a hacer eco en mi trasero. Mientras el dolor me afectaba, Mauricio me besaba en los labios y me abrazaba. Ese momento si me gustó. Tras un par de minutos de acurrucarnos yo estando boca arriba, se puso sobre de mi, abrió mis piernas y nuevamente me penetró, esta vez de manera más agresiva que la primera, pero aunque sus movimientos eran más fuertes el dolor era menos intenso, y así sucesivamente las tres veces más que me cogió. Acabamos exhaustos, tanto que no supe en qué momento quede dormido.