1. Karina, me entregó su cuerpo a la vez que Julieta su culito


    Fecha: 23/10/2019, Categorías: Intercambios Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    Con Sofía manteníamos hace ya un par de semanas, sexo casi todos los días. Así fue como nos descubrió Julieta y tuve que desvirgarla también. Pero lo que todavía yo anhelaba era poseer ese culito hermoso que poseía Julieta, la verdad que para sus nueve añitos, la pendeja tenía un orto fenomenal. Y yo quería ser el primero en penetrarla tal como con su vagina. Ella lo sabía y me buscaba permanentemente, pero la que siempre frustraba la ocasión era Sofía, se sentía celosa de su hermanita, a pesar de que yo hasta dos veces por día le metía verga. Pero los días pasaban y no podía llevar a cabo la obtención de ese agujerito tan preciado por mí. Pero tanto va el cántaro a la fuente que al final!!!!. Karina finalizó la limpieza de la planta alta de casa, y se acercó a mi que estaba en mi computadora, para decirme que debía ir con Sofía hasta la tienda de la avenida, eran tres cuadras desde casa a comprarle un pantalón a la Sofi. Estaba creciendo tanto que todo le quedaba chico, menos mi verga, le entraba y calzaba justo. La pendeja se tragaba los 21x7cms sin problema alguno. Ya sea por la chuchita o por el ojetito, pero le entraba toda, y la disfrutaba al máximo. Acababa cuatro y hasta cinco veces seguidas. Como le gustaba garchar. Me dejaba al cuidado de Julieta, ellas venían enseguida. Y se fueron sin que antes Sofía me echara una mirada como de advertencia. Apenas se fueron llamé a Julieta, cuando vino , ya venía desnuda corriendo. Se arrodilló entre mis piernas y comenzó a ...
    ... mamarme el rabo, se metía todo lo que podía, se le atoraba la cabezota entre los dientes, pero ella no aflojaba, y lograba hacerme acabar, le lanzaba unos chorros de semen en su boquita que ella tragaba sin hacer morisquetas. Despues se ponía boca abajo arrodillada en el diván a la espera de que le chupara la conchita con el fin de hacerla acabar un par de veces y finalmente cuando la lubricación vaginal ya le corría por sus piernitas enterrarle hasta sus ovarios mi pija. Y así fué, le corrí lengua y saliba a esa vaginita, y luego de lograr arrancarle sus orgamos me arrodillé atrás de ella y la penetré hasta que la cabeza de mi chota pegó en sus ovarios. Ella soltó un largo suspiro y se acomodó mejor, abriendo más sus piernitas, lo que me brindaba una visión generosa del agujerito de su culito. Chiquito, apretadito, rosado y a la espera de que alguien fuera el primero. Debía ser yo, sin ninguna discusión. Mientras iba y venía al palo por su canal vaginal arrancando gemidos y suspiros de la pendejita, le ensalibé bien el culito y le metí un dedo hasta el tope. Pegó un corcovo y dandose apenas vuelta me dice, malo. Me dolió, pero como me gusta. Sin perder más tiempo, ensalibé nuevamente su agujerito y metí dos dedos dentro de él. Julieta no decía ni pío. Pero se movía como una serpiente, ese culito rotundo iba de un lado para el otro con mis dedos dentro. Pidiendole que me espere, le saqué los dedos del culo y la pija, me fuí hasta la pieza y traje el gel lubricante con el que mi ...
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