1. EL GORDO DESAGRADABLE


    Fecha: 24/10/2019, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    A ultimo momento mi amiga y cómplice de varias "cositas" no pudo viajar de vacaciones y ante la reserva, lo hice yo sola, extrañaría su don de diversión y alguna que otra noche de amor entre nosotras cuando algo no se daba nos "consolábamos" y todo bien. El hotel era bueno aunque no de primera y el lugar algo apto mas que nada para jóvenes por modalidad de turismo carnavalero. En la habitación de al lado se hospedaba un cincuentón de casi 2 metros y gordo; traté de verlo como un chancho simpático pero su presencia daba para el repudio aunque era muy amable en el saludo y jamás una palabra de más. De mí diré que ando por los 25, rubia bronceada, buen cuerpo dado mi gim y de rostro bonito aniñado que me da la pauta de bebota. De la playa a caminar y a bailar y amistades de momento que por lo general a riesgo de parecer vanidosa terminaban envidiandome por mi supuesto "arrastre". Jóvenes lanzados. maduros babosos y sola todo el día; esto se ponía denso. una tardecita volviendo de la playa pensaba en armar maletas y retornar; cuando me disponía a abrir la habitación escucha la voz grave preguntando. -Algo anda mal?. si puedo ayudar. por favor. -remató con una sonrisa Me cayó grata la pregunta del gordo desagradable y sonreí vencida dándole las gracias dispuesta a ingresar a mi habitáculo. El insistió. -Mirá acá en el hotel me conocen hace años y si bien eso no me hace santo; si me saca lo peligroso-dijo sonriendo-dame la oportunidad que te invite a cenar a un lugar que te va a ...
    ... encantar. por favor, para mí te lo pido. Quedé pensativa y dudando y el insistió y terminé aceptando. Me puse un vestido enterizo azul ajustado, medias y zapatos negros y con mucha calidad quedamos de encontrarnos a unas cuadras del hotel a pedido mío. Llegó en una auto amplio y "muy importante". Subí y arrancamos, el tenía un traje blanco y comenzó una charla tranquilizadora. Me contó que era casado y que con sus negocios inventaba una excusa para salir y relajarse hasta de él mismo dijo riendo. Cenamos en un lugar apartado de la ciudad algo exclusivo y entre charla y copas me sentí acompañada y muy relajada. y bailamos declarándose torpe al hacerlo pero la pasamos bien y su conducta con respecto a mí me atrajo; ni una palabra demás pero orgullosos de haber salido conmigo. Me contó de que tenía unas propiedades para alquilar y que ayer habían desocupado una que había hecho poner en orden; que se hospedaba en ese hotel porque desde sus inicios como empresario lo hacía y si bien no era cábala era costumbre. La casa queda aquí cerca querés conocerla? quien sabe tal vez en el futuro seas clienta mía. Acepté riendo más por curiosidad que por otra cosa. Cuando subí al auto me sentí mas suelta, me saqué los zapatos con su permiso estiré mi cuerpo dejando mi vestido al límite y desistí del cinturón de seguridad. Llegamos a una buena construción, arriba 2 baños con sus dormitorios, abajo una suerte de loft y fué cuando sacó una botella de champagne y ante mi mirada curiosa dijo que ...
«123»