1. La lechería − Cap. 5


    Fecha: 25/10/2019, Categorías: Anal Autor: ALTEZA, Fuente: CuentoRelatos

    Habiendo llegado el Ama a su mansión y después de haberle propinado semejante golpiza a esa ratera que degrado a ser una simple puta, el Ama hizo venir a sus perras para que le informaran acerca de las nuevas esclavas domésticas; las perras falderas le informaron que las nuevas esclavas, estaban ya por terminar la limpieza de la mansión.
    
    El Ama contenta de que sus nuevas domésticas ya habían terminado, la dueña de todas se dirigió al teléfono para llamar a una amiga suya para ofrecerle el trabajo de administradora del burdel, claro está que esa amiga no tenía idea de que trabajaría sin paga, su majestad había pensado en ella ya que era honrada y trabajadora, el único defecto para ella y ventaja para el Ama, es que ella era un 50% sumisa, por lo que bastaría hablarle con voz de mando para que ella aceptase su nuevo trabajo. Sería una esclava más, pero disfrazada de administradora.
    
    El Ama no tardó mucho en encontrar su teléfono y llamar a su amiga, su futura sumisa, el Ama llamó y enseguida Violeta respondió, al contestar, el Ama le saludó como si fuera una simple llamada, y para evitar que violeta pudiera negarse, el Ama se la mareó de tal forma que parecía que violeta lo haría como un favor, siendo la verdad que mentalmente había sido forzada sin siquiera saberlo.
    
    Una vez engañada hábilmente por el Ama, violeta quedo de verse en el burdel, al estar ahí, una vez más fue manipulada, haciéndole creer que su presencia era tan valiosa ahí, que no desearía separarse ni un ...
    ... minuto de ahí, el Ama le enseño el local y sin darse cuenta, le enseñó cuál sería su cuarto para dormir. Violeta agradeció el cuarto sin darse cuenta que había sido esclavizada para estar ahí sin poder salir, ya que los clientes eran de 24 horas.
    
    Violeta se mudó esa misma noche, pensando que le hacía un favor, sin darse cuenta que el burdel sería para ella su propia jaula de oro, de la cual no saldría ni para respirar aire fresco de la mañana; solo podría comer lo que su nueva Ama buenamente le llevara, y que por cierto era poco, y por ende sus horas de sueño eran tan pocas como lo era su comida, pero al ser 50% sumisa, no se atrevía a decir nada, solo obedecía a su seudo amiga (Ama).
    
    Pocos días más tarde regresó a la lechería a ver que tan bien se desempeñaban sus perritas lactantes y hacerles creer que estaba orgullosas de su desempeño, ya que la realidad era que, al hacerlas sentirse queridas por el Ama, se fletarían más afanosamente, con tal de mantener ese honor de que su Ama estaba orgullosas de ellas, mientras que la verdad es que las quería ver trabajando más y descansar menos.
    
    Las ninfómanas lactantes propiedad del Ama no se daban cuenta que estaban siendo obligadas a trabajar más tanto en el burdel, como en la lechería, ya que ellas no podían controlar su deseo sexual, situación de la que el Ama se aprovechaba para tenerlas cogiendo con los clientes a toda hora; y la lactancia era explotada también de una manera que jamás lo notaron, ya que ellas se sentían ...
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