1. Mi mama Tania, tiene el culo de las diosas


    Fecha: 26/10/2019, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... imposible de alcanzar ahora lo tenía a mi merced. Mi madre estaba a punto de quitarse sus legging pero la detuve: -No mama, quiero contemplarte así primero- -Esta bien mijo- Me lo dijo con una sonrisa angelical que era capaz de enamorar a cualquiera. -Hacía tiempo que no gozaba tanto. Se que estamos haciendo incesto, pero al carajo, TE AMO ABNER!!!!- -Yo también te amo mama- Y me puse a cumplir mi mayor fantasía, jugar con el culo de mi mamá. Procedí a besarle el trasero, desde sus nalgas hasta su vagina, luego procedí a bajarle los leggins con mi boca, y vaya sorpresa que me llevé, pues mi mama no se puso ropa interior. -Te ahorré trabajo cariño- Me contesto con su voz dulce aún en cuatro patas. Entonces abrí sus nalgas y contemplé su ano, me le quedé mirando por un momento antes de darle un beso negro mientras le sobaba el clítoris a mi madre (que ya se encontraba muy mojada para entonces). Le pasé mi lengua alrededor de su ano, lo volví a besar el agujerito ese y metí mi lengua adentro. Entonces me paré y empecé a penetrar su ano. -Espera!- Dijo mi madre un poco sorprendida- Soy virgen de culo- Eso me prendió bastante y ...
    ... le dije con gentileza -Está bien, tendré cuidado- Le di un beso el la y procedí a introducir mi pene en su ano. Al principio fue de poco a poquito, pero conforme mi mamá se excitaba mas fuerte se la metía -OH SI ABNER, OH SIII!!!! PENETRAME, SOY TODA TOYA!!!!! OHH!!! OH!!!!! OHHOHOHOHOHHHH!!!!!!- Los gritos de mi mama eran bien excitantes. -Me corro mami, me corro- Le dije -Quiero correrme dentro de tu ano mami- -OH si mijo, correte dentro de mi, OHHHH!!!!- Y descargué todo mi semen dentro de su ano. Saqué mi verga de su culo, me acerqué a la cara de mi mama con ella aún en cuatro patas y la besé una vez mas. Me separé tantito para contemplar como mi semen poco a poco se salía de su ano y de repente mi madre sacó un pedazo de popó que me terminó por volverme a excitar y volvimos a tener sexo otra vez, durante toda la noche, nos cojímos y nos cagamos mutuamente hasta hartarnos y volvernos a cojer y cagar entre sí. Desde entonces, mi mamá y yo tenemos sexo todos los días. Unos meses después nos mudamos a un pequeño pueblo donde nadie nos conociera, para casarnos y tener una vida de marido y mujer, de amantes, y de madre e hijo. 
«123»