Inocente actitud - Relatos Eróticos

Inocente actitud

... silencio cerrando la puerta. MI cuerpo estaba con sudor y que no decir mis muslos mojados por la leche que me salía de mi vagina. Tome una toalla y procedí a limpiar mi vulva, pensando que mi marido no se aguantó las ganas y me tomo sexualmente para mi agrado. Me cubrí con una sábana quedando totalmente desnuda.

Adormitada siento que mi marido toma mi cara besando mis labios y le correspondo con gusto. Su olor de haberse bañado me causa una sensación especial, nos besamos ardientemente. Toma mis senos con sus labios apretándolos logrando mi excitación ante sus caricias. Tomo su verga en mis labios besando y chupando su hermosa verga. Luego comienzo a masturbarle despacio subiendo y bajando mi mano en su pene, sus quejidos de placer son fuertes. Mientras comienza a estimular con su mano mis labios vaginales y mi clítoris, metiendo su dedo en mi interior vaginal. Es una sensación maravillosa que estimula mis sentidos. Me pide que me ponga de rodillas dejando ver mi culito al aire. Comienza a besar mis labios vaginales metiendo su lengua en mi chuchita que se encuentra mojada y muy caliente. Separo más mis rodillas sintiendo como seguía saboreando mis líquidos y su semen dejado anteriormente. Me encuentro fascinada y mi excitación permite que pierda la razón ante un profundo orgasmo que grito de alegría. Mi marido que indica que el sabor de mis líquidos vaginales la siente especial y aun así le gusta ...

... cuando me encuentro excitada y muy arrecha. Me hizo dar la vuelta para ponernos cara a cara, mientras introducía su verga en mi chuchita cerrando mis piernas y besándonos ardientemente hasta sentir que su semen entro totalmente a mi vagina profundamente. No resistimos y nos salió un fuerte gemido. Quedándonos quietos y le pregunte besándole y acariciándole si no habíamos estado antes culiando y que sentí que su leche me lleno mi vagina. Cuál fue mi sorpresa que me indica que entro al baño, mientras nuestro amigo terminaba de ver la película y luego le despidió en la puerta de la casa. Y que estaba excitado pensando en estar juntos. Me dijo que debo de haber estado sonando y le respondí inmediatamente que tiene toda la razón por cuanto me dejo excitada y con muchas ganitas de tener su hermosa verga dentro de mi chuchita. Nos reimos juntos y nos quedamos dormidos.

Al otro día mis pensamientos fueron que nuestro común amigo me dio una buena culiada, aprovechando que mi marido estaba en el baño y es posible que escuchó nuestros gemidos de excitación y que ningún hombre se puede resistir ante tan grado de arrechera y actuó corriendo el riesgo de ser identificado, felizmente no sucedió así, habiéndome satisfecho completamente y que luego también me di otra buena culiada con mi esposo. Lo sucedido fue ayer y aun me encuentro procesando lo sucedido. Me siento muy contenta y satisfecha por la experiencia.