-
Nuestro amor
Fecha: 28/10/2019, Categorías: Gays Autor: WriterD, Fuente: SexoSinTabues
... entro al baño, yo ya estaba acostado y al salir se recostó en su cama. La verdad, yo no tenía ganas de dormir aún. Tampoco quería ver la t. v. Solo charlamos un rato. -Oye, mmm no sé cómo decirlo -¿El qué?-. Pregunté -Bueno, es que he visto a veces como me ves. Bro, somos amigos. Sé que te gustan los chicos-. Enderezó su espalda. - Se sincero. ¿Yo te gusto?-. Me tomó un poco por sorpresa, he de admitir y no sabía que hacer pero a la final pensé que no tenía sentido mentir. Lo que es obvio no se puede ocultar. -Sí, ¿Se nota mucho?-. dije entre una risa nerviosa. - De verdad lamento si te he hecho sentir incomodo por eso. -Para nada-. Su tono de voz era un poco más relajado. - Pero me hubieses dicho antes, no me iba a molestar. -Ya, pero bueno no tenía mucha opciones-. Me recosté también en la cabecera de la cama. - A veces no es fácil, no sé. La amistad y todo eso, tu sabes. -Sí, aunque nada pierdes con intentar. - Volteo a verlo directo a la cara -¿Por qué lo dices?-. Pregunté, él parecía un poco incomodo removiendo sus pies debajo de las sabanas. -O sea soy, quizás, la persona que mejor te conoce y tu a mi. No habría porqué ocultar algo. - Se levantó y salió al balcón. Podría interpretar eso de muchas maneras, pero tratándose de él simplemente estaba siendo sincero. Compartiendo lo que pensaba o sentía. No pude quedarme ahí recostado. Salí al balcón y él estaba ahí echado en la hamaca. Me tiré a su lado y no hablamos. Solo nos mecíamos un poco , yo estaba nervioso. Sentía ...
... la parte lateral de tu toros desnudo contra mi brazos. Su pierna junto a la mía y nuestros pies rozándose. Él estaba despierto, pero sus ojos estaban cerrados. Su cara lucía tan tranquila pero su labios eran algo que provocaban besar, incluso, morder. Más de una vez me pregunté cómo sería besarle. Probar sus labios carnosos, tocar su lengua con la mía. Y sumergido en mi fantasía lo hice, le bese. Fue apenas un momento, cuando me percaté, me iba a retirar rápidamente cuando sus labios devolvieron el gesto. No eran solos besos, era más. Esa suavidad que sentía en mi boca, el sabor a menta del dentífrico dental, nuestra saliva. Mi mano derecha acariciaba su rostro mientras mi otra mano acariciaba lentamente su cuello. Deseaba que ese momento durara mucho tiempo. Él se separa y se levanta. Se va adentro. No podía creerlo que había pasado, no sabía qué hacer. Me fui tras él, iba a disculparme. A decirle que no era mi intensión, que me dejé llevar. Cuando entré, de sorpresa, salta encima mio y me besa otra vez. Él, sí él. No fui yo esta vez, fue él. Ahí de pie nos besamos un rato hasta que se sienta en la orilla de la cama y yo le sigo. Seguíamos besándonos, nos recostamos. Sus manos también entraron en el juego. Iban y venían por todo mi cuello y pecho. Me quitaron la camiseta y podía sentir con más ganas esas suaves más recorrer con pasión mi cuerpo. No lo pensé dos veces, y me quité el short hasta quedarme solo con el boxer. Para ambos, era imposible esconder esas erecciones. ...