esas fotos ocultas en mi cámara... - Relatos Eróticos

esas fotos ocultas en mi cámara...

... gratuito…Aceptó sin dudarlo, pensando en el polvo que iba a echarse conmigo casi de manera gratuita, sin demasiado esfuerzo para convencerme de ceder.Cerró la puerta del local y me hizo entrar a la trastienda. Allí había un sillón muy cómodo. Me quité la falda y la tanga. Eduardo me dijo que le encantaba mi pubis totalmente depilado. Pensé que era un viejo verde…Me pidió que me dejara los zapatos de taco puestos. Me recosté sobre el sillón y separé mis muslos. Lo miré y le recordé:“Solamente la lengua; sin dedos… y en menos de tres minutos…”Miré el reloj de la pared y le dije: “Ahora”Eduardo se lanzó como enloquecido sobre mis labios vaginales. Sentí su rugosa lengua abriéndose paso entre ellos, buscando desesperadamente mi clítoris. Cuando lo encontró, tuve que reprimir un gemido, porque una especie de golpe eléctrico recorrió mi cuerpo al sentir su lengua.Pronto me arrepentí del trato que habíamos hecho. Este tipo sabía realmente muy bien como satisfacer a una mujer solamente usando su lengua. Seguramente me iba a hacer acabar gritando a todo pulmón y entonces yo iba a tener que cumplir mi parte de lo pactado.Pensé que, después de todo, nunca había cogido con un hombre tan mayor y tal vez no sería una mala experiencia hacerlo.Mientras pensaba, habían transcurrido dos minutos y su lengua cada vez estaba más cerca de hacerme aullar. Finalmente comenzó a brotar un intenso calor desde mi vagina y sentí que iba a perder la batalla.Me mordí los labios y acabé como loca, pero ...

... sin moverme un milímetro, sin temblar, sin gemir, sin darle a ese tipo la posibilidad de que me cogiera…Le tomé la cabeza por los pelos y lo obligué a mirarme.“Ya pasaron casi cuatro minutos y nada… perdiste Tío Eduardo…”Se levantó con cierta cara de disgusto, relamiéndose los labios, llenos de mi flujo. Nunca se dio cuenta de que me había hecho acabar muy bien…Se puso de pie y yo también. Me incliné a recoger mi tanga del piso y entonces sus poderosas manos me sostuvieron por las caderas desde atrás. Me empujó contra un escritorio, haciéndome apoyar las manos allí para mantener el equilibrio. Me susurró al oído:“Pedazo de puta; acabaste en menos de dos minutos… como en las fotos”Largué una carcajada, diciéndole que era un viejo verde y que no era así.Entonces me metió un par de sus dedos en la concha y volvió a sacarlos empapados en mis flujos. Me los mostró, diciendo que eso no era su saliva.“Tus machos te hacen acabar, pero yo voy a estrenar ese culito virgen…”Mi culo distaba mucho de ser virgen, a pesar de mis jóvenes diecisiete años. De todas maneras intenté debatirme, mientras Eduardo me sostenía por la cintura, tratando de hacerme apoyar el pecho contra el escritorio.Se veía decidido a sodomizarme, creyendo que iba a estrenar mi culo…Pateé y lo golpeé hasta quedarme sin fuerzas, pero el viejo verde me dominó y me ordenó que me quedara quieta, porque así me dolería menos.Finalmente cedí a sus pretensiones y pronto sentí su verga invadir mi estrecho ano. Me mordí el labio ...