ENVAINADA - Relatos Eróticos

ENVAINADA

... en su bajo vientre en sus muslos, con mi mirada mareada, me dejó así, un tiempo pero eso desaparecio, el tiempo, no saía si minutos si segundos, sus dos enormes manos en mis nalgas, fue a moverme, hacia arriba, para follarme pero apenas salió nada de su polla yo lo sentí en mi cuerpo al intentar el mvoerme, me tenia pegada en su polla. El placer iba viniendo lentamente él sin moverme teniendome pegada a él, cuando llegó ya no dejé de gemir como una perra sin haber jamas sentido nada igual ni parecido ni siquiera que existiera aquello, empezó a moverme apenas nada me sacaa de su polla, yo mareada de gusto de placer, sin parar, hasta que fue pasando ese primera y larguisima oleada, yo gimiendo me quitó de su polla, me puso a perrita y me la volvio a meter ahora ya con mas facilidad, me pegó a e´l volvieron mis jadeos, me azotaba alguna que otra vez, yo solo queria que aquello nunca cesara, que enorme e inacabable gusto placer, volvió a quitarme se tumbó y me hizo sentarme en su polla, de espaldas a él, haciendome cabalgar yo lo hacia muy lentamente como podia, ante aquella verga, hasta que me quitó me puso sin él moverse a chupar su polla, la agarré con una mano, la chupé, al rato se corrio en mi cara, sentí su caleinte leche, me gusto muchisimo sentir su leche y a la vez escucharlo mientras se corria. Se duchó, habia pasado tres horas desde que vino el teimpo habia volado, cuando él al irse me dijo, esta noche vendré tarde sobre la una, a echarte otro polvo, me tocó mi chochito, diciendo lo voy a acostumbrar bien a mi polla y a ti. Así fue, me tiene para él, pues seguimos.