1. (25) Los amores de Ana Etxeberría


    Fecha: 01/11/2019, Categorías: Poesía Erótica, Autor: Mister Neron, Fuente: CuentoRelatos

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    Otra mañana más amaneció en el campus universitario, notándose las altas calores de junio. Por eso Ana se ciñó un top y unos shorts, dejando boquiabiertos a todo el que la veía pasar.
    
    En la cafetería la esperaba Gabriela, como cada mañana. Y allí la encontró en una mesa con su café americano y un donut de chocolate.
    
    -Hola, Ani –se alegró Gabriela de verla venir.
    
    -¿Qué coño haces con ese donut de chocolate? ¿Qué te tengo dicho?
    
    -Puta y divina siempre.
    
    -Eso se te agarra al culo y te pone fofa.
    
    Comprendiéndolo, Gabriela dejó el donut en una papelera cercana.
    
    -Eso me gusta más. La próxima vez no seré tan comprensiva. Te meto el donut por el culo directamente.
    
    -Vale, lo siento, me apetecía.
    
    -Me preguntas y yo te digo, ¿estamos?
    
    -Perdóname, putón.
    
    -Perdonada –arrugó Ana los morritos y se dieron un besito cariñoso-. ¡Camarero!
    
    -¡Un minuto!
    
    -¿Qué pasa esta mañana? ¿Nadie quiere trabajar? Será gilipollas. Un minuto dice el muy mamón. ¿Quién coño es? ¿Uno nuevo?
    
    -Sí, como cada mes. Son trabajos temporales.
    
    -Pues espero que el trabajo temporal de este imbécil sea de dos días. ¡Oye! ¡Te cronometro! ¡Un minuto! –avisó al nuevo camarero señalando su reloj deportivo de 600 euros.
    
    -Qué tío. Cómo te ha mirado.
    
    -Este cabronazo se va a enterar. Se le ve con falta de inteligencia y sexo.
    
    -Mira, ahí viene.
    
    -Sí, dime –llegó el camarero.
    
    -¿Desde cuándo trabajas aquí?
    
    -Desde el lunes. Intento hacerlo lo mejor posible.
    
    -Pues ...
    ... conmigo la estás cagando.
    
    -¿Perdón?
    
    -¿Sabes quién soy yo? Ana Etxeberría. Y a mi ningún camarero de tercera me dice “un minuto”. La próxima vez que te llame vienes como un perrito y me sirves, o hablo con el dueño y a la puta calle, que para eso me follo al dueño dos veces a la semana, ¿queda clarito o te lo explico otra vez?
    
    -Muy clarito.
    
    -Pues quiero un café con un poco de leche fría y un mixto en pan integral, ¿lo has apuntado? No te veo con el bloc.
    
    -No te preocupes. Lo memorizo.
    
    -Anda, fíjate, Gabri, es inteligente. Seguro que sacaba dieces en matemáticas, ¿a que sí?
    
    -¿Algo más?
    
    -Te he hecho una pregunta.
    
    -Sí, se me dan bien las ciencias.
    
    -Pues venga, perrito, sírveme rapidito, ala, vete.
    
    Humillado y con la cara desencajada, el camarero volvió a la barra.
    
    Gabriela y Ana se descojonaron de la risa.
    
    -Qué patéticos son todos –opinó Gabriela.
    
    -Le quitas la polla y se quedan en nada –siguió Ana riendo.
    
    -¡Choca!
    
    -¡Yeah!
    
    Se dieron una palmada de manos.
    
    -Ani, ¿puedo pedir como tú? ¿Un mixto en pan integral? Me muero de hambre.
    
    -Hoy no. Estás castigada por no hacerme caso.
    
    -Joder, venga, Ani…
    
    -¿Cómo que “joder, venga, Ani”?
    
    -Lo siento.
    
    -Oye, Gabri, desde que he entrado se me van los ojos detrás de ese bomboncito de la barra de bar. ¿Sabes quién es? No la conozco.
    
    -¿La rubia del pelo cortito?
    
    -Sí, está más rica que el pan con aceite. Mira qué bien le sientan esos Levi´s ceñidos. Los tiene tan apretados que se ...
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