j) Proposición de Davy
Fecha: 01/11/2019,
Categorías:
Incesto
Autor: Albany, Fuente: CuentoRelatos
... huerto.
-Siéntate un momento Alonso, deja ya de trabajar. -me senté enfrente de él observándolo, algo tramaba para pedirme que me sentara y al estar sin trabajar y moverse.
Alargó las manos por encima de la mesa para que se las cogiera. Papá estaba en plena sazón de macho semental, tan varonil y masculino como nadie, aún era joven y nunca supe que tuviera lío alguno con mujeres.
Quizá los tuviera sin nosotros saberlos, si así fuera tenían que resultar encuentros muy cortos, siempre estaba en casa o en su trabajo de la fábrica, papá aparte del mejor padre del mundo no era mucho más.
Su trabajo consistía en mover materiales en el almacén, moviendo bultos, con máquinas o corporalmente, tenía algunos amigos del barrio, hombres que se habían criado aquí, como ahora nosotros, pero se veía muy poco con ellos y era poco frecuente que estuviera en un bar bebiendo, ya lo hizo con nefastas consecuencias.
Sujetó con fuerza las mías entre las suyas callosas y duras, estrujándolas hasta hacer resaltar sobre la piel, cubierta de vello de los brazos, los tendones duros.
-Trabajas mucho Alonso, estudias y no paras, me temo que a este ritmo vas a enfermar. -si lo que le preocupaba era esto no era difícil rebatirle, peor hubiera sido que quisiera hablar de otras cosas.
-Igual que tú papá, no hago ni la mitad. Ahora un poco más por estar a final del curso y en unos días descansaré.
-Sí, pero tu eres un chico joven que necesita divertirse. -apretaba mis manos y jugaba con ...
... ellas acariciándolas, como cuando era pequeño enseñándome a contar utilizando mis dedos como una tabla de ábaco.
-En unos días cumpliré diecinueve, soy mayor papá.
-El tiempo pasa rápido. -se levantó para encaminarse a la puerta y rodeé la mesa para ir donde él antes de que saliera y abrazarle.
-Te quiero papá, los cuatro te queremos, tu si eres importante. -estuvimos un minutos abrazados, sintiendo el fuerte cuerpo del hombre que me había dado el ser y que siempre estuvo para nosotros.
Deshizo el abrazo después de besarme el pelo.
-Solo quiero que te cuides hijo, que pienses un poco más en ti. -me quedé un momento en la puerta, mirándole mientras se alejaba por la vereda de hierba hacia el fondo del huerto, donde estaban los dos cerezos cargados de frutos y tapados con una red para que los pajaritos no los estropearan con sus picotazos.
Volví a mi tarea, estudiar un rato, antes de prepararme para la cita con mi cliente Davy, el culo había vuelto a ser lo que era hacía días y solo había tenido sexo con mi hermano, eso sí, todas las noches, no perdonaba una y yo lo disfrutaba. Según el humor que tuviera resultaba diferente y Óliver no era muy predecible, por eso alguna vez resultaba violento y otras, en cambio, dulce y considerado.
Como siempre me preparé para hacer mi trabajo y me miré en el espejo, preguntándome que tenían mis ojos para que a Davy le llamaran tan poderosamente la atención.
Me despedí de mi padre al que tuve que buscar en el fondo del ...