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aventuras sexuales de un pendejo argentino :) parte 1
Fecha: 01/11/2019, Categorías: Gays Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues
... entrada de mi culo… era la lengua de mi segundo acompañante que estaba deleitándose con mi culo lampiño. Solo se me escapó un gemido cuando su barba rosaba mi pubis (la zona que está entre los huevos y el ano). El que tenga barba me hizo pensar que nunca había estado con alguien de esas facciones, obviamente no lo veía porque él estaba en mi culo y mi primer acompañante no me dejaba que lo vea. Pero me hice una imagen mental de cómo seria, ya que tenía barba lo imaginé corpulento, tal vez como un oso ya que sus manos eran gruesas y grandes, las que pude sentir cuando se afirmaba de mis caderas para meter más su lengua en mi ano. Siempre me gustó disfrutar como pasivo, aunque no siempre lo lograba porque me costaba dilatarme y poder despegar el dolor y sentir placer, por eso estaba medio miedoso de que me la quiera poner y tener que decirle q no podía. Mi primer amigo hizo que le chupe las bolas… y como estábamos ubicados en una especie de escalones de azulejos, y él estaba en el de arriba y yo arrodillado entre sus piernas como si estuviera en 4 recibiendo placer de la boca del segundo. Al bajar a comer esas bolas q colgaban, hizo que mi culo quedara más en pompa y más parado, lo que le dio el pie a mi segundo amigo a pensar que yo quería que me la pusiera, y si bien era así, todavía tenía un poco de miedo. Pero el alcohol, el vapor, la oscuridad y la calentura me estaban haciendo efecto. Mi culo estaba tan lubricado y abierto que no me había dado cuenta hasta que el ...
... segundo puso la cabeza de la chota en la entrada de mi culo y esta se deslizo suavemente y sin parar hasta que hizo tope. Y fue muy raro, porque nunca podía hacer eso a la primera… además cada centímetro me parecía interminable y cuanto más entraba más placer recibía, parecía interminable ese miembro. Hasta que sentí el tope y como mi culo se ensanchaba más cuando la base de esa pija se adueñaba de todo mi culo. Fue ahí cuando comprobé, a ciegas, lo que pensaba de que era un uso, ya que sentí como la mata de pelos de su miembro les daban una caricia a mis nalgas. y como sus bolas peludas rozaban esa zona que está entre el año y las bolas. Estábamos los tres sudados, el primero me agarraba del pelo y me daba de chupar esa pija dura a lo bestia, mientras que el segundo nuevamente afirmado de mis caderas, pero esta vez para poder disfrutar de mi culo que lo tenía bien estacado con su pija, me daba unos estacones muy rudos que me hacían gemir como una putita. Todo se calmó, pero solo por un par de minutos mientras ellos decidieron reubicarse. El primero se sentó a mi lado, ahí fue cuando con el reflejo de la luz de afuera pude ver sus caras y sus cuerpos. El primer tenía unas facciones muy definidas, unos músculos que hasta ese momento no había podido ver ni tocar. El segundo era corpulento, al estilo oso, pero no tan grande. Barba candado, brazos grandotes y mucho vello en todo el cuerpo. Mientras el primero se acomodaba, el segundo se sacudía la pija como incitándome a más… yo poco ...