Julián, Marta y su hijos (2)
Fecha: 06/11/2019,
Categorías:
Sexo Oral
Autor: Quique., Fuente: CuentoRelatos
Marta estaba en la ducha, Blas, que debía estar en la universidad, entró en el baño a orinar, vio a su madre tras el cristal de la mampara de la ducha. Se estaba masturbando. Se va a marchar cuando oyó a su madre decir: "No pares, Julián, no pares que me voy a correr, no pares, hijo, no pares. ¡Me cooorro!" Blas vio cómo su madre se encogía de placer. La erección de su polla fue instantánea.
Se fue del baño y esperó a su madre en el sillón grande de la sala de estar.
Marta llegó a la sala de estar cubierta sólo con una toalla. Su sorpresa fue mayúscula al ver a su hijo.
-¡¿Qué haces en casa?!
-Hay huelga en la Universidad. Siéntate que quiero hablar contigo.
Marta se sentó en el sillón al lado de su hijo.
-Y yo contigo. ¿Desde cuándo traes a casa a esa amiga tuya?
-Era la primera vez.
Blas puso una mano sobre una pierna de su madre.
-¡¿Qué haces?!
Blas no le contestó. Metió la mano en la parte interior de los muslos de su madre.
-No sigas, hijo.
Blas buscó los labios de su madre. Marta no dejó que la besara, pero tampoco se levantó del sillón. Blas quitó su mano de los muslos de su madre, acarició sus grandes tetas por encima de la toalla, y le dijo:
-Desde que sentí como te corrías tengo ganas de follarte.
-Hijo, una cosa son las fantasías y otra la realidad.
Blas volvió a buscar los labios de su madre y esta vez los encontró, aunque sólo era él quien besaba. Metió de nuevo la mano entre los muslos. Marta abrió las piernas, ...
... Blas deslizó su mano entre los muslos y llego al sexo de su madre. Estaba mojadísima. Le metió dos dedos dentro de la vagina. Marta, reaccionó chupándole la lengua a su hijo. Comenzó a besarlo con lujuria. Al rato, le dijo:
-Quiero chupártela, hijo. ¿Me dejas?
Blas sacó la polla, y su madre vio los 20 centímetros de su hijo con la piel del glande recogida.
-Toda tuya.
-¡Qué preciosidad!
Marta le hizo a su hijo una mamada perfecta.. Lamidas y chupadas de huevos, lamidas de frenillo y mamadas y lamidas del glande y del resto de aquella maravilla.
Blas quiso devolverle el favor.
-Ahora quiero yo comerte las sandías y la rosa, madre.
Marta se quitó la toalla y dejo al descubierto aquellas tetazas de grandes areolas rosadas y grandes pezones erectos y le quiso hacer una confesión a su hijo.
-¿Sabías que...?
Blas le tapó la boca con un beso, y le dijo:
-Sabía. Te oí cuando estabas en la ducha.
Lo que no sabían ellos era que Isabel, que hacía unos minutos que llegara a casa, en el pasillo, al lado de la sala de estar, se acababa de quitar las bragas.
Blas le comió las tetas a su madre, y después la rosa, como él la llamaba. A punto de correrse, le preguntó Marta a su hijo:
-¿Cómo te gusta, arriba, abajo, a cuatro...?
-Para empezar, abajo. Así te puedo seguir comiendo esas deliciosas tetas.
Blas se echó boca arriba sobre la alfombra....Marta cabalgó a su hijo... Blas. Comiéndole las tetas y a punto de correrse, le preguntó:
-¿Puedo ...