(17) Los amores de Ana Etxeberría
Fecha: 07/11/2019,
Categorías:
Lesbianas
Autor: Mister Neron, Fuente: CuentoRelatos
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A estas horas, Ana y sus tres amigas ya estaban almorzando con la bandeja de cada una llena de comida.
-Joder, esto qué es. Parece la cagada de un oso polar –escudriñó Martina en el puré de patatas con el tenedor.
-Yo prefiero no comer y así no me intoxico –se le quitó el hambre a Belinda-. Además, si cojo un kilo me da un infarto. Este cuerpo vale su peso en oro tal y como está.
-Sois unas putas anoréxicas –masculló Carolina.
-Cuando tengas el culo como un pandero ya me contarás –insistía Belinda-. Yo me conformo con mis barras energéticas y mis claras de huevo.
-Hey, tías, mirad quién ha llegado –señaló Ana a un chico fibroso y atractivo. Las tres se giraron y embobadas con el chaval.
-Wow, Tony está para quince polvos seguidos –suspiró Martina.
-Yo me lo follaba gratis –aseguró Belinda.
-Si me diese el predictor positivo, montaba un fiestón –soñó Carolina.
Justo en el instante en que ninguna miraba, Ana se echó aposta el zumo encima de la blusa.
-Oh, mierda…
Las tres se desternillaron de risa viendo a Ana mojada de zumo de tomate.
-Joder, tía, eres una pava –rió Belinda-. ¿Qué te ha pasado?
-No sé, se me escurrió el vaso de la mano y mira.
-Eres puta y tonta. Lo tienes todo, querida –se burlaba Martina.
-Tendré que irme a cambiar.
-No puedes, Ani. Ese poli nos ordenó estar juntas –la criticó Carolina.
-Es ir y volver, joder. Me he pringado toda y no puedo estar así.
-Venga, te acompaño –se dispuso ...
... Carolina.
-Claro, y de paso me pones el tampax como una niñita buena.
-Puta…
-En cinco minutos estoy aquí. Ah, y mis nuggets de pollo ni tocarlas.
-Lo que mande la zorra –rió Martina.
-Ani, esos nuggets se te agarran al culo. Es fritura basura –seguía Belinda a lo suyo.
-Joder, no sé porqué tengo que estar con vosotras. A ver si esta mierda acaba pronto –se fue Ana haciendo un papelón frente a sus tres amigas.
-Joder con la Ani –seguía Martina riendo-. A veces pienso que tiene el cerebro en la entrepierna.
-Porque es así –lo confirmó Carolina-. Esa zorra mataría a su madre por un polvazo con Megan Fox. Me quedo sola con ella en una isla y me suicido.
Ambas rieron.
En ese momento sonó el móvil de Belinda.
-Joder…
-¿Quién es? –se preocupó Martina.
-Mi profesor de estudios.
-¿Ese cabrón de Ricardo Morán?
-Cabrón o no tiene las llaves para que yo acceda al master.
-¿No lo coges?
-Ya sé lo que me va a decir.
-Tú cógelo y échale coño, venga –intervino Carolina.
-Vale, voy. –Y se puso-. Dígame, señor Morán… Sí, claro… Vale… ¿Ahora?... No, no hay problema. Voy ahora mismo… ¿Dónde?... Ok, ahí estaré… Sí, ya salgo. Bye. –Y colgó-. El muy cabrón quiere verme ahora mismo.
-¿Para lo del master? –se interesó Martina.
-Sí, dice que hay novedades así que me marcho y vuelvo en diez minutos, ¿vale, chicas?
-Otra que se va –bufó Martina.
-Es un momento, joder, en breve estoy de regreso. Qué pesadas sois, coño. –Y Belinda se marchó. Su ...